En el corazón del sudeste asiático, Camboya se despliega como un tapiz de historia viva, selvas profundas, arrozales infinitos y sonrisas cálidas que parecen resistir el paso del tiempo. Si quieres viajar al Sudeste Asiático para descubrir su faceta más cautivadora, hay que ver Camboya sin duda. ¿Un amanecer sobre los templos selváticos de Angkor? ¿O tal vez descubrir las auténticas tradiciones de sus pueblos y su relajada capital, Phnom Penh? Si es verdad que no existe el destino perfecto, también es verdad que Camboya está muy cerca de serlo.

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¿Por qué visitar Camboya?

Viajar a Camboya no es solo tachar un destino de la lista: es abrir una puerta al alma. Este rincón del sudeste asiático, marcado por una historia tan dura como conmovedora, tiene una forma única de mostrar la resiliencia humana. Aquí, entre templos milenarios y paisajes cubiertos de verde, la vida florece con una sonrisa sincera, incluso después de las cicatrices más profundas.

Cuando el viaje termine, y para eso aún queda mucho, comprobarás que es difícil irse sin sentir que algo en tu interior ha cambiado. Quizás sea la calma de los monjes budistas, envueltos en sus túnicas color azafrán, que caminan en silencio como si flotaran entre los siglos de historia que les rodean.

O tal vez la chispa en los ojos de los niños que corren descalzos entre ruinas, haciendo de las piedras antiguas su patio de juegos. Puede que sea simplemente eso: la magia discreta de un país que no solo se deja visitar, sino que te abraza con el alma y te susurra al oído que, a pesar de todo, la belleza persiste. Esto es Camboya.

Angkor Wat desde el aire, Camboya
Angkor Wat desde el aire, Camboya

Los templos de Angkor Wat

Estos templos son, muy posiblemente, el mayor atractivo de Camboya. Y también el más famoso, claro. Y es que estas reliquias arqueológicas han atraído a viajeros a Camboya durante siglos. Ver el amanecer sobre Angkor Wat es una de esas experiencias que todo viajero debe vivir al menos una vez en la vida, solo comparada con, por ejemplo, contemplar el Taj Mahal a la luz de la luna. Nadie podrá negar que la visita a los templos de Angkor forma parte del catálogo viajero más fundamental. 

Angkor Wat no es solo un templo, sino el corazón espiritual, cultural y arquitectónico de Camboya. Es uno de los monumentos más impresionantes jamás construidos por el ser humano, y un testimonio duradero de la grandeza del Imperio Jemer. Pocos lugares en el mundo impresionan tanto como Angkor Wat. 

Angkor Wat: un poco de historia

Desde aproximadamente el año 800 d. C. hasta mediados del siglo XV, Angkor fue el núcleo del vasto Imperio Jemer, cuya influencia abarcaba no solo el territorio de la actual Camboya, sino también grandes partes de lo que hoy son Tailandia, Laos y Vietnam. Aquí cada nuevo rey traía consigo una nueva ola de construcciones monumentales. Y en medio de arrozales y densas selvas tropicales, decenas de templos se esparcen alrededor de la antigua ciudad fortificada de Angkor Thom, cubriendo una extensión cercana a los 400 kilómetros cuadrados.

Hasta el siglo XI, la religión predominante en el imperio fue el hinduismo. A pesar de que el budismo tuvo un corto periodo de predominio, el hinduismo volvió a imponerse en el siglo XIII, hasta que el budismo se consolidó de forma definitiva con el declive del imperio.

En los templos de Angkor, ambas religiones han dejado huella: las elaboradas esculturas que narran pasajes del Ramayana y el Mahabharataconviven con serenas imágenes de bodhisattvas; los altares que antes sostenían lingas -símbolos sagrados del dios Shiva- ahora exhiben figuras de Buda. Las apsaras, las míticas danzarinas celestiales del hinduismo, han cruzado la frontera religiosa para convertirse en un elemento esencial del arte sacro budista jemer y, hoy en día, en un emblema nacional de Camboya. Sus trajes, tocados elaborados y gestos refinados siguen vivos en las representaciones actuales, sobre todo en bailarinas en particular y en espectáculos en general.

Templo de Angkor Wat, que ver en Camboya
Templo de Angkor Wat, Camboya

Qué ver en Angkor

Si hay un lugar en el mundo donde el tiempo se diluye entre las raíces de árboles centenarios y las piedras talladas por manos ancestrales, ese es Angkor. Un laberinto de templos y ciudades milenarias cuya magnitud y misterio parecen desafiar los siglos. Lo cierto es que necesitaríamos semanas para recorrer cada rincón de este tesoro arqueológico, y aún así quedarían secretos por descubrir. Caminar entre estas ruinas no es solo un viaje a un lugar lejano, es caminar entre dioses, leyendas y recuerdos de un pasado que sigue vivo en cada piedra, en cada raíz, en cada rostro que parece que observa desde lo alto de las torres.

Angkor es algo que ver en Camboya sí o sí. A continuación compartimos algunos de los lugares más emblemáticos que narran la grandeza de un imperio que una vez dominó el sudeste asiático.

Angkor Thom

La primera parada nos lleva a la imponente Angkor Thom, la antigua ciudad amurallada, cuya entrada principal está flanqueada por enormes puertas custodiadas por figuras mitológicas. En el interior, la Terraza de los Elefantes revela la historia de un rey que observaba, desde allí, las procesiones y los entrenamientos de animales.

Srah Srang

A unos pasos, el majestuoso Srah Srang, conocido como el “baño real”, se extiende a lo largo de casi un kilómetro de longitud y cuyo propósito era abastecer de vida tanto a humanos como a animales -excepto a los elefantes-, según una antigua inscripción del siglo X. Un lugar que no solo servía como fuente de agua, sino como un punto de encuentro espiritual.

Ta Prohm

Pero el verdadero enigma se encuentra en Ta Prohm, un templo donde la naturaleza y la historia se abrazan. Árboles de ceiba e higos estranguladores emergen desde las grietas de las ruinas, extendiendo sus raíces por todo el complejo, como si la jungla quisiera reclamar su lugar entre los templos. Es como caminar en un sueño donde los muros se entrelazan con las ramas, creando una atmósfera cautivadora y misteriosa. Lara Croft estuvo aquí y el mundo entero comprendió la grandeza de los templos gracias al cine.

Ta Prohm, que ver en Camboya
Ta Prohm, Camboya

Bayon

No menos impresionante es Bayon, con sus 37 torres decoradas con gigantescos rostros del Bodhisattva Lokesvara, observándonos desde todos los ángulos, como guardianes de este reino espiritual.

Banteay Srei

Sin embargo, si hay un templo que deja una huella indeleble, es Banteay Srei. Considerado el más delicado y detallado de todos, este templo de arenisca rosa esculpido hace más de mil años destaca por sus intrincadas tallas: los dedos de las asparas o los dientes de los dioses mono, cada uno tan pequeño como un grano de arroz. La perfección de Banteay Srei deja sin aliento a cualquier viajero, que podría pasar el día repasando cada detalle de las tallas e imaginando las historias que encierra.

Angkor no es solo un destino, es un encuentro con la historia, la naturaleza y la magia de un mundo que, aunque lejano, sigue respirando en cada rincón.

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Banteay Srei, que ver en Camboya
Banteay Srei, Camboya

Angkor Wat al amanecer

Es posible que Instragram o TikTok hayan elevado a los altares viajeros muchas experiencias que, in situ, pueden resultar decepcionantes, pero eso desde luego no sucede en Angkor Wat. Y es que a pesar de la popularidad, y de las colas que pueden formarse a la entrada del recinto, ver amanecer aquí es una experiencia de las que, seguro, no se olvidan.

Desde Siem Reap, la ciudad más cerca a las ruinas es donde, a las 5am, la hora punta, autobuses, motos y hasta tuk-tuks se agolpan para salir antes que el mismo sol. El trajín no defrauda cuando los primeros rayos colorean el cielo de tonos rosas, rojos, violáceos y hacen más nítidos los bordes de las torres del templo (similares a las mazorcas de maíz). En un momento entre lo místico y lo mágico, de pronto sale el sol, y casi hay que hasta pellizcarse para ser consciente de que, aunque surrealista, lo que acaba de suceder ante los ojos hasta del turista más escéptico, es real. 

Cuando el espectáculo llega a su fin el telón no cae, da paso al momento perfecto para visitar el recinto arqueológico con menos turistas, ya que a esas horas mucha gente regresa a sus alojamientos para desayunar. 

Bonus track: hay compañías que ofrecen recorridos en bicicleta por el recinto, permitiendo adentrarse en rincones en donde solo es posible adentrarse sobre dos ruedas.

Amanecer en Angkor Wat, Camboya
Amanecer en Angkor Wat, Camboya

48h en Siem Reap

Siem Reap es el punto de entrada para los templos de Angkor. Una ciudad amable y un poco caótica que bien merece una visita más allá del recinto arqueológico. Un par de días es el tiempo perfecto para invertir en Siem Reap.

Es completamente imposible aburrirse en Siem Reap. Con un tamaño adecuado para ser recorrida a pie, es un lugar pequeño y animado donde turistas y locales se mezclan en las bulliciosas calles, en un spa donde recibir un relajante masaje o en los santuarios al aire libre. Además, hay una vibrante escena gastronómica callejera y, en el mercado central, un lugar perfecto donde ir de compras y encontrar alguna ganga entre sus puestos de joyería y sedas. 

Qué ver en Siem Reap

No hay que excavar mucho para darse cuenta de la ebullición creativa de esta ciudad. Hay galerías de arte y cafés como Tribe, que exhibe obras de artistas como el famoso grafitero Pure Evil, junto con pinturas de artistas locales;  también pequeños y estupendos hoteles y restaurantes que también son escuelas de hostelería con niños de la calle desfavorecidos, como Marum, Spoons y Sala Baï. Aunque si se quiere experimentar de forma más personalizada la vibrante escena gastronómica del destino, lo mejor es optar por el tour gastronómico Khmer Fine Dining, donde además se viaja en tuk-tuk privado entre diferentes restaurantes, cafés y bares más casual. 

Nadie debería abandonar Siem Reap sin probar los platos camboyanos más básicos, como el curry de pescado amok, cuya receta se puede aprender en una clase de cocina. Lily’s Secret Garden es una pequeña y acogedora escuela culinaria en un pueblo jemer a las afueras del centro de la ciudad.

Siem Reap, Camboya
Siem Reap, Camboya

Alojamientos en Siem Reap

El descanso perfecto se encuentra en cualquiera de los dos hoteles más emblemáticos, y lujosos, de la ciudad. Y es que resulta curioso cómo Siem Reap se ha convertido en un destino de lujo en los últimos años. Hoteles cinco estrellas como el Amansara y el Raffles Grand Hotel d’Angkor son buena muestra de ello. El primero, perteneciente a la cadena Aman, es una antigua residencia real reconvertida en un tranquilo oasis que combina la arquitectura jemer clásica de los años 60 con un impecable servicio Aman, gastronomía camboyana y un lujo discreto. Además, goza de una ubicación privilegiada cerca de Angkor Wat, en el centro de Siem Reap.

Aunque es posible que sea el Raffles Grand Hotel d’Angkor quien ostente toda la fama. Esta propiedad de la década de 1930 ha sobrevivido a todos los caprichos de la historia reciente de Camboya y ha albergado a figuras destacadas como Charlie Chaplin, Somerset Maugham, los Clinton y Michelle Obama. Tras una remodelación en 2019, sigue siendo un monumento histórico y un auténtico hotel de lujo con servicios de vanguardia.

Por si todo esto no fuera suficiente, cerca de Siem Reap, a un par de horas en taxi, se encuentra la encantadora Battambang (más adelante hablaremos de ella con detalle). Con sus decadentes edificios coloniales franceses, sus cafeterías y su ambiente relajado, la ciudad es el lugar perfecto para una excursión de un día.

Phnom Penh: La resiliencia de una ciudad

La capital de Camboya, Phnom Penh, es un cruce de caminos entre lo antiguo y lo nuevo. La capital ofrece un ambiente relajado y encantador con su paseo marítimo junto al río, arquitectura colonial francesa y la cultura de los cafés. El paseo marítimo se puede recorrer a pie, y cualquier otro recorrido se realiza mejor en tuk-tuk, que se pueden y se deben coger sin remilgos, ya que resultan el mejor medio de transporte urbano.

Phnom Penh, que ver en Camboya
Phnom Penh, Camboya

Museos en Phnom Penh

Aquí, la historia reciente se siente con fuerza en lugares como el Museo del Genocidio de Tuol Sleng y los Killing Fields de Choeung Ek, que narran con crudeza los horrores del régimen de los Jemeres Rojos.

También hay que visitar el Museo Nacional de Camboya, que alberga una excelente colección de arte y escultura jemer. Entre sus atracciones destacan una estatua de Jayavarman VII y una pareja de monos de Koh Ker. Un buen ‘tip’ a tener en cuenta es la opción de contratar un guía en la misma puerta: es barato, amable y se aprende muchísimo más que con una simple audioguía.

Y por muy mentalizadnos que vayamos, es imposible prepararse para la ardua visita a Tuol Sleng y Choeung Ek, ambos monumentos al genocidio que los Jemeres Rojos infligieron hace casi 50 años. 

Museo Nacional de Camboya
Museo Nacional de Camboya

Gastronomía en Phnom Penh

Los amantes de la gastronomía encuentran aquí una especie de nirvana culinario. Para vivirlo, nada mejor que empezar el día en el mercado principal de Phnom Penh, desayunando en la zona de comidas del mercado o en los puestos callejeros de los alrededores. Aquí encontrarás un reflejo de lo que comen los camboyanos a diario, desde cerdo a la parrilla sobre arroz con salsa agridulce y pepinillos crujientes hasta nom banh jok: fideos de arroz frescos con verduras de temporada.

Kravanh

Una experiencia culinaria de lujo pero a precios asequibles como la que se encuentra en Kravanh no es fácil de olvidar, ya que la intentona por preservar y realzar la gastronomía camboyana aquí es todo un éxito. Uno de los platos más populares de su carta es el de caracoles amok y, aunque también puede prepararse con pescado blanco envuelto en hoja de plátano y al vapor, los caracoles son más sorprendentes.

Rosewood Phnom Penh

Tras su inauguración en 2018, el Rosewood Phnom Penh se convirtió inmediatamente en un nuevo icono de la histórica capital de Camboya. En la cima de la Torre Vattanac Capital, de 39 plantas, este moderno hotel ofrece impresionantes vistas de 360 ​​grados de la ciudad, desde el antiguo barrio colonial francés al norte hasta el Palacio Real al sureste.

La sensación de estilo comienza al pie de la torre, donde se encuentra el único centro comercial de lujo del país, antes de ascender al vestíbulo del hotel, en la planta 35. Dado su estatus como el edificio más alto de Camboya, el Rosewood Phnom Penh es un punto de encuentro popular para los locales, atraídos por los platos de estilo izakaya (pub japonés) de Iza, la comida francesa de bistró y la cocina camboyana de Brasserie Louis, la cocina china contemporánea de Zhan Liang y la excepcional selección de parrilla y vinos de Cuts, en la planta 38.

Battambang

Alejándonos del circuito turístico más convencional de Camboya, el país sigue sorprendiendo. Ubicada al oeste, y a unas dos horas por carretera de Siem Reap, se encuentra Battambang, una capital provincial con un abrumador encanto clásico y pintoresco: arquitectura de antaño y pagodas ubicadas a orillas de un río. Y lo mejor, si bien la ciudad es una de las más grandes del país, sigue siendo poco turística.

Battambang, templo de Sangkae
Battambang, templo de Sangkae

Qué ver en Battambang

En Battambang, encantadores edificios de la época colonial bordean las estrechas callejuelas, incluyendo el “barrio peatonal” cerca del mercado, donde galerías de arte contemporáneo, cafés locales e internacionales, tiendas y bares se agolpan en las antiguas casas comerciales. Battambang es un lugar ideal para explorar la arquitectura y la floreciente escena artística del destino, descubrir la gastronomía local y utilizarla como base para excursiones a la campiña cercana.

La vida rural en Battambang y los pueblos flotantes

En las afueras de Battambang, el paisaje se transforma rápidamente en un fotograma de pueblos y arrozales, y en una, cómo no, de las mejores formas de descubrir la Camboya rural. La campiña cercana alberga varias ruinas de la época angkoriana, cuevas, montañas, cascadas y el famoso “tren de bambú”. No muy lejos, el lago Tonlé Sap late como el corazón de Camboya. En sus aguas viven comunidades enteras en casas flotantes, adaptadas al ritmo de las crecidas y descensos del agua. Navegar entre estas aldeas es descubrir otra forma de vida, regida por el agua y la solidaridad.

Gastronomía en Battambang

Y si bien los inspectores de la Michelin no recalarán en Battambang, su oferta gastronómica es modesta pero interesante y variada. Los restaurantes locales son de buena calidad y precios asequibles, una propuesta que se demuestra en lugares como White Rose y Chinese Noodle Dumpling. También hay algunas propuestas más exclusivas, especialmente en la zona del Distrito Peatonal, como Choco l’Art, Bar Libations y Vintage. En cualquiera de ellos es posible encontrar platos como el lok lak (carne salteada con salsa de pimienta), un imprescindible de la gastronomía  camboyana.

El Mercado Nocturno (mercados, siempre mercados), en la ribera del río frente a Phsar Nath, es un lugar ideal para probar la gastronomía local. Y si bien es cierto que los puestos y cafés están más dirigidos a los locales, también son acogedores para los extranjeros y muy económicos. Ofrecen platos de fideos, sopas, sándwiches, batidos de frutas camboyanos y mucho más. Si te acercas al Museo Provincial por la noche también encontrarás otro grupo similar de puestos de comida. Aquí el street food es religión.

Qué ver en Camboya: las playas

La Camboya paradisíaca, la de las playas e islas privadas es, muy posiblemente, la Camboya menos esperada. Y si bien es cierto que sus playas no pueden competir con las paradisíacas islas de Tailandia, Camboya cuenta con mucho a su favor, entre todo ello, el haber sabido detener el tiempo, e incluso retrasarlo. Y es que durante décadas, la costa camboyana logró conservar sus contornos naturales, en gran parte debido a sus imperfecciones: una costa rocosa y agreste, aguas agitadas y pocas playas.

Hoteles en la playa de Camboya

Hoteles como Six Senses en Koh Krabey demuestran que todo eso ha cambiado, y que ahora también es posible viajar hasta aquí para relajarse y disfrutar. Este pionero en la sostenibilidad trajo a la costa sur de Camboya un nuevo y exuberante refugio isleño, atrayendo a viajeros cansados ​​y agotados por los templos gracias a sus opciones de bienestar, deportes acuáticos y deliciosa gastronomía local.

El delicioso Six Senses, que tan solo cuenta con 40 villas, está ubicado en 12 hectáreas de exuberante isla privada en los límites del Parque Nacional de Ream, al sur de Camboya, a 15 minutos en lancha rápida desde el continente. Las aguas circundantes provienen del Golfo de Tailandia y son cálidas durante todo el año, aunque un poco más agitadas de lo que se puede presuponer. 

Parque Nacional de Ream
Parque Nacional de Ream, Camboya

Hoy en día, ya se han inaugurado nuevos hoteles en el continente, pero las islas costeras han sido durante mucho tiempo el reino de los pueblos pesqueros y la selva tropical. La Isla Privada Song Saa es el primer resort de lujo que se ha establecido en las islas. Este hermoso resort es pionero del lujo ético en la costa sur de Camboya. Y es, verdaderamente, un lugar remoto enclavado en el corazón del resplandeciente archipiélago de Koh Rong; cuenta con 24 amplias villas con techo de paja, un spa fascinante y una gran variedad de mágicas experiencias locales. Un eco resort en el que dormir sobre el mar y sentirse Robinson Crusoe por unos días, con todo tipo de comodidades, eso sí.

Otras opciones que ver en Camboya

Hay una serie de pueblos costeros a lo largo de la costa, como Kampot, un remanso en el río Teuk Chhu con arquitectura de tiendas chinas y villas coloniales francesas bastante descuidadas, pero tremendamente encantadoras. Más adelante se encuentra Kep, donde es recomendable alquilar una bicicleta para recorrer la carretera costera y ver las villas abandonadas frente al mar de los años 50 y 60 que pertenecieron a aristócratas camboyanos y expatriados franceses.

Kampot, Camboya
Kampot, Camboya

¿Cuál es la mejor fecha para viajar a Camboya?

La mejor época para viajar al sudeste asiático dependerá de tus planes, pero debes tener en cuenta las estaciones de cada país. En este caso, el clima de Camboya está marcado por el monzón tropical, que divide el año en varias estaciones:

  • Temporada seca (noviembre a marzo):
    Es la mejor época para viajar. Las temperaturas son más suaves (entre 20°C y 30°C), el cielo suele estar despejado y apenas llueve. Esto hace que sea el momento perfecto para visitar los templos de Angkor y recorrer el país con comodidad. Eso sí, es la temporada alta, por lo que encontrarás más turistas y precios más elevados en hoteles y vuelos.
  • Temporada calurosa (abril a junio):
    Las temperaturas suben y superan fácilmente los 35°C, sobre todo en abril y mayo. Aunque el calor puede ser intenso, apenas llueve, lo que permite viajar sin grandes contratiempos. Es una buena opción si quieres evitar las multitudes de la temporada alta y conseguir precios más bajos.
  • Temporada de lluvias (julio a octubre):
    Coincide con el monzón, lo que significa lluvias frecuentes (a menudo al final del día), más humedad y menos horas de sol. Sin embargo, es una época con menos turismo, los paisajes están más verdes y los templos lucen espectaculares entre la vegetación. Además, los precios bajan considerablemente.

La mejor época es en general de noviembre a marzo, cuando el clima es más agradable. Pero si buscas un viaje más económico, menos masificado y lleno de paisajes verdes, viajar en temporada de lluvias también puede ser una gran experiencia.

Siem Reap, que ver en Camboya
Siem Reap, Camboya

¿Cuántos días hay que ir a Camboya?

La duración ideal del viaje depende de los intereses de cada viajero, ya que hay mucho que ver en Camboya. Pero en general:

  • 3 a 5 días: suficientes para visitar Siem Reap y recorrer los principales templos de Angkor, incluyendo Angkor Wat, Bayon y Ta Prohm.
  • 7 a 10 días: permiten combinar Angkor con Phnom Penh, la capital, donde destacan el Palacio Real, la Pagoda de Plata y los museos históricos.
  • 2 semanas o más: lo ideal para quienes desean un recorrido más completo, añadiendo lugares menos turísticos como Battambang, Kampot, Koh Rong (isla paradisíaca en el golfo de Tailandia) o los parques naturales del noreste.

En resumen, si solo quieres ver lo imprescindible, dedica al menos 4 o 5 días. Pero si buscas una experiencia más profunda que combine templos, historia, naturaleza y playas, lo recomendable es mínimo 10 días. Si tienes más tiempo, te recomendamos explorar una ruta por Vietnam y Camboya de 15 días.

Koh Rong
Isla de Koh Rong

Descubre Camboya asegurado con Heymondo

Ahora ya sabes que ver en Camboya, y has entendido que no es solo un destino para visitar, es un viaje que se siente en cada rincón. Desde la majestuosidad de Angkor Wat al amanecer, pasando por la energía vibrante de Phnom Penh, hasta la calma de sus playas e islas paradisíacas, este país combina historia, cultura y naturaleza de una manera única.

Pero como en cualquier viaje, los imprevistos pueden aparecer: un retraso en un vuelo, una enfermedad durante el recorrido o un contratiempo con la llegada del equipaje. Por eso, contar con un seguro de viaje te dará la tranquilidad de saber que siempre estás protegido. Con Heymondo viajas con la seguridad de tener incluido:

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