Incrustado entre dos gigantes turísticos del Sudeste Asiático –Tailandia y Vietnam-, Laos se presenta como un alargado país con muchas sorpresas que ofrecer al viajero. Con una historia marcada por las constantes guerras con vecinos y colonizadores, los laosianos parecen haber encontrado la paz durante las últimas décadas. Es así como, al visitar algunos de los mejores lugares que ver en Laos, serás recibido por gentes amables y hospitalarias. Encontrarás también una rica cultura que, junto a los bellos paisajes repletos de contrastes y una deliciosa gastronomía, hacen de Laos un destino completo.
Índice
Por qué deberías visitar Laos
En el norte de Laos, numerosas aldeas aparecen desperdigadas en las laderas de unas montañas que aparecen cubiertas por la vegetación selvática. En el sur, miles de islas pueblan las aguas del mítico e histórico río Mekong. Y por todos lados, aparece el marcado carácter rural de Laos, reflejado en unos infinitos campos de cultivo que cambian de color con la luz del sol.
Si buscas ciudades con alma, Vientián te sorprenderá. Con esa mezcla de colonialismo francés y budismo asiático, cautiva a todo aquel que osa poner un pie en ella. Totalmente distinta luce la romántica Luang Prabang: ancestral, mística, religiosa e insultantemente bella.
Entre los atractivos que ver en Laos, destacan un sinfín de opciones de turismo activo. Las tierras del norte ofrecen decenas de rutas senderistas muy poco transitadas, perfectas para profundizar en la riqueza cultural del país. Explorar las aguas del río Mekong en kayak te da una visión íntima y pausada del día a día de los laosianos.
Y cuando llegue el momento de hacer una parada y reponer fuerzas, te sentirás agasajado por una deliciosa mesa compuesta por platos con influencias francesas y asiáticas.
Laos no tiene tanto marketing como sus vecinos del sudeste asiático, pero realmente no lo desea, ni lo necesita. Es una de esas piezas únicas que encuentras en el joyero de tu abuela al azar. Algo que guardarás como un secreto que tan solo compartirás con quien realmente lo merezca.
Qué ver en Laos
Vientián
Un viaje por Laos suele comenzar por Vientián. La capital de Laos, es una ciudad con un encanto especial y que no muestra el caos propio de otras capitales asiáticas.
Cerca del centro, encontrarás Pha That Luang, el monumento más sagrado del país. Esta gran estupa dorada es el símbolo nacional de Laos y un lugar perfecto para sentir la espiritualidad local. Se cree que fue levantada por primera vez en el siglo III, siendo reconstruida en numerosas ocasiones. La versión que puedes ver hoy en día es de la década de los 30 del pasado siglo.
Otra visita imprescindible en Vientián es el Patuxai, un arco del triunfo con influencias laosianas y francesas. Sube a la cima y disfruta de una de las mejores vistas panorámicas de la ciudad.
Para una dosis de cultura, visita el Wat Sisaket, el templo más antiguo de Vientián, con miles de pequeñas estatuas de Buda.
Si quieres relajarte, date un paseo por la ribera del Mekong, especialmente al atardecer. Aquí encontrarás un animado mercado nocturno, comida callejera deliciosa y un ambiente realmente vibrante. En sus puestos podrás probar la gastronomía laosiana, como el larb (ensalada de carne) o el sticky rice con mango.
Si tienes algo más de tiempo, acércate al Parque de Buda (Xieng Khuan). Se halla a unos 25 km de Vientián y es un lugar algo surrealista que cuenta con más de dos centenares de estatuas de Buda y otras esculturas religiosas.
Luang Prabang
El nombre de la más bella ciudad que ver en Laos es poético desde el momento en el que lo pronuncias. Pura belleza sensual que te puede recordar a un encantamiento lanzado por un misterioso hechicero. Y es que, esta urbe del norte de Laos situada en el medio de la jungla, te dejará totalmente hechizado.
Esta joya del sudeste asiático, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una mezcla perfecta de naturaleza, cultura y espiritualidad.
Para disfrutar del amanecer, sube al Monte Phousi. La caminata es corta, pero la vista desde la cima vale cada escalón. Desde ahí, contemplarás el río Mekong y la ciudad despertando con la niebla matinal. Justo al bajar, puedes darte una vuelta por el mercado matutino y desayunar algo de comida local.
Otro imprescindible es el Palacio Real, ahora convertido en museo. Aquí puedes aprender sobre la historia del país y ver el famoso Buda Phra Bang, que le da nombre a la ciudad.
Luang Prabang es un importante núcleo religioso y podrás encontrar un buen número de templos. El más conocido es Wat Xieng Thong, un templo dorado decorado con impresionantes mosaicos.
Tras el atardecer, te recomendamos que des una vuelta por el mercado nocturno. Aquí encontrarás desde artesanías hasta comida callejera deliciosa. No olvides probar el típico Lao sandwich o una Beerlao bien fría.
Los alrededores rurales y salvajes de Luang Prabang son otro de los imprescindibles de Laos. Por ejemplo, puedes refrescarte en las cataratas Kuang Si. Están situadas unos 30 km al sur de la ciudad. El agua es de un azul turquesa impresionante, ofreciendo varias piscinas naturales en las que darte un buen chapuzón.
Si Phan Don (4.000 Islas)
Si Phan Don, o «las 4.000 islas«, es un paraíso escondido en el sur de Laos, donde el tiempo parece detenerse. Este archipiélago fluvial en el río Mekong es el lugar perfecto para relajarte y desconectar del mundo.
Aquí, la vida transcurre lentamente entre palmeras, arrozales y casas de madera sobre pilotes. Puedes alquilar una bicicleta y recorrer la isla de Don Khon, donde encontrarás antiguas vías por las que circulaban trenes coloniales y las impresionantes cascadas de Li Phi. Si buscas un rincón aún más tranquilo, Don Det es ideal para colgar la hamaca y disfrutar de atardeceres mágicos junto al río.
Uno de los mayores atractivos es la posibilidad de ver delfines de agua dulce en las aguas cercanas a la isla de Don Khon. Un paseo en kayak o en barco al atardecer aumenta las probabilidades de avistarlos.
Vang Vieng
Vang Vieng es un destino único que ver en Laos, donde la naturaleza y la aventura se combinan a la perfección. Se trata de un pequeño pueblo rodeado de imponentes montañas kársticas y atravesado por las lechosas aguas del río Nam Song.
Si te gusta la adrenalina, aquí puedes hacer kayak, escalada o tubing, una experiencia en la que flotas río abajo montado en un gran neumático de goma, disfrutando del paisaje. También puedes alquilar una moto y recorrer los alrededores, donde descubrirás cuevas misteriosas como Tham Chang y piscinas naturales de agua turquesa perfectas para nadar y refrescarte.
Pero Vang Vieng no es solo aventura. Si prefieres la tranquilidad, encontrarás bares y cafés con vistas increíbles donde relajarte con un batido de frutas mientras contemplas el atardecer. Además, la gastronomía local combina sabores laosianos y occidentales, ideal para reponer energías después de un día explorando.
Aunque antes fue famoso por su ambiente de fiesta, hoy Vang Vieng ha encontrado un equilibrio entre diversión y naturaleza.
Bolaven Plateau
El Bolaven Plateau – o la meseta de Bolaven – es un lugar que desprende olor a café y a selva tropical. Puedes recorrer este altiplano laosiano en moto o en tuk-tuk, descubriendo paisajes que seguro que aparecieron en tus sueños de aventura cuando eras niño. Las carreteras serpenteantes y la vegetación exuberante hacen del viaje una experiencia inolvidable.
El clima es algo más fresco que en el resto del país, siendo el agua una de las principales protagonistas aquí, mostrándose en forma de cascadas. Las de Tad Fane y Tad Yuang son dos de las más espectaculares.
Otra actividad algo más tranquila es la de pasear por alguna de las muchas plantaciones de café, donde podrás aprender sobre su producción. Prueba una taza de café local, considerado uno de los mejores del mundo.
Las aldeas de etnias locales te permitirán conocer la vida tradicional de Laos. Los habitantes son hospitalarios y siempre están dispuestos a compartir una cultura que se ha mantenido viva a lo largo de los siglos.
Luang Namtha
Todos los amantes del senderismo deben incluir Luang Namtha en su hoja de ruta de los mejores lugares que ver en Laos.
Este rincón del norte de Laos es perfecto para explorar la selva y descubrir culturas locales. Aquí puedes hacer trekking por la Reserva Nacional de Nam Ha, hogar de densos bosques, cascadas escondidas y una increíble biodiversidad. Con algo de suerte, verás monos, aves exóticas y hasta ciervos.
Las comunidades locales, como los Akha y los Khmu, te recibirán con los brazos abiertos. Pasar una noche en sus aldeas te permitirá conocer sus costumbres y su gastronomía tradicional.
Si prefieres una aventura sobre ruedas, alquila una bicicleta o una moto. Los caminos entre arrozales y montañas te regalarán vistas que quedarán grabadas en tus recuerdos para siempre. También puedes remar en kayak por el río Nam Tha.
En definitiva, Luang Namtha es un destino tranquilo, ideal si buscas experiencias auténticas lejos del turismo masivo.
Wat Phu
Wat Phu es una joya arqueológica del sur de Laos y un lugar imprescindible en tu ruta para descubrir lo mejor del país. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, este antiguo templo jemer te hará viajar en el tiempo.
Ubicado a los pies de la montaña Phu Kao, el complejo ofrece una vista sobrecogedora del paisaje. Sus ruinas, cubiertas de musgo y rodeadas de árboles, desprenden una atmósfera mística.
El templo, construido entre los siglos IX y XIII, fue un importante centro religioso del sudeste asiático. Aún hoy, sigue siendo un lugar sagrado para los budistas. Subirás una escalinata de piedra flanqueada por frangipanis hasta llegar al santuario principal. Desde allí, siéntate y déjate emocionar por la panorámica del río Mekong y los campos de cultivo que se extienden ante ti.
Si te interesa la historia, disfrutarás explorando las inscripciones antiguas y los relieves tallados en la roca.
Parque Nacional Nam Et-Phou Louey
Situado en el noreste de Laos, el Parque Nacional Nam Et-Phou Louey es el hogar de una increíble biodiversidad.
Este parque protege algunas de las últimas selvas vírgenes del país y especies en peligro como tigres, leopardos y elefantes asiáticos. Aunque los avistamientos son raros, la emoción de explorar su hábitat es única.
La mejor forma de conocerlo es a través del Night Safari. Remarás en una canoa por el río en plena oscuridad, escuchando los sonidos de la selva. No será complicado ver ciervos, nutrias y búhos.
Si prefieres caminar, puedes hacer un trekking con guías locales. Ellos te enseñarán todo lo que saben sobre la flora, la fauna y la vida en las aldeas cercanas. Además, estarás fomentando el turismo sostenible, pues cada visita contribuye a la conservación del parque y al sustento de las comunidades.
Llano de las Tinajas
Si te gustan los destinos llenos de historia y misterio, la Llano de las Tinajas debería estar en tu lista de lugares que visitar en Laos. Este yacimiento arqueológico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es uno de los sitios más enigmáticos del sudeste asiático.
En una llanura situada en la provincia de Xieng Khuang, podrás admirar miles de enormes jarras de piedra, algunas de hasta tres metros de altura. Se cree que tienen más de 2.000 años de antigüedad, pero su propósito sigue siendo un misterio. Algunas teorías sugieren que fueron utilizadas para almacenar arroz, fermentar vino o incluso como urnas funerarias.
El paisaje es impresionante, con colinas verdes y un aire de misterio que envuelve el lugar. Pero ten en cuenta que la zona sufrió bombardeos durante la Guerra de Vietnam, por lo que es importante visitar solo las áreas seguras y señalizadas.
Cueva de Kong Lor
Laos es un país en el que abundan los paisajes kársticos, que destacan por sus colinas y montañas porosas. Por esta razón, existen miles de cuevas que llaman la atención de espeleólogos y aventureros.
De entre ellas, destaca la Cueva de Kong Lor, que se halla dentro de los límites del Parque Nacional Phou Hin Poun. Esta cueva consiste en un túnel de 7,5 km de longitud atravesado por el río Nam Hin Bun. Solo puede ser explorada en barca.
Imagínate navegando en la oscuridad, con solo la luz de una linterna iluminando las enormes paredes de piedra caliza y las curiosas formaciones rocosas. En algunos puntos, la cueva alcanza los 100 metros de altura y anchura, creando una atmósfera mágica y sobrecogedora.
Para llegar, puedes alojarte en la aldea de Kong Lor o en Thakhek, y desde allí hacer el viaje hasta la entrada. No olvides llevar ropa cómoda y algo impermeable, ya que puedes mojarte durante el recorrido.
Thakhek Loop
Laos es un país que atrae a muchos viajeros que aman el mundo de las motos. Los numerosos caminos no asfaltados que se internan en algunos de los mejores sitios que ver en Laos son un inexcusable reclamo para ellos.
Si te gusta viajar sobre dos ruedas, el Thakhek Loop es tu ruta en Laos. Este circuito de entre 3 y 5 días, con inicio y final en la ciudad de Thakhek, te llevará a través de montañas de piedra caliza, recónditas cuevas y remotas aldeas tradicionales.
El recorrido es famoso por la Cueva de Kong Lor, pero hay mucho más: la Cueva de Tham Nang Ene, la impresionante Cueva del Buda y piscinas naturales de aguas azuladas donde refrescarte después de un largo tramo en moto.
Las carreteras han mejorado en los últimos años, pero sigue siendo una aventura, con tramos de tierra y curvas cerradas. Puedes alquilar una moto en Thakhek y lanzarte a la ruta, parando en pequeños pueblos donde la hospitalidad laosiana te hará sentir bienvenido.
Muang Ngoi Neua
Muang Ngoi Neua es un pequeño pueblo a orillas del río Nam Ou. Un paraíso en el que puedes desconectar de todo y disfrutar de la naturaleza laosiana.
Solo puedes llegar al pueblo tomando una barca en Nong Khiaw, lo que le da un aire aún más especial. Una vez allí, te espera una estampa bucólica, protagonizada por campos de arroz, senderos entre montañas y cuevas como Tham Kang, que sirvió de refugio durante la guerra.
La vida en Muang Ngoi es sencilla: hamacas con vistas al río, paseos en kayak y cenas al atardecer en pequeños restaurantes familiares. No hay cajeros automáticos ni carreteras pavimentadas, solo la paz de un lugar donde el tiempo se detiene.
Si buscas aventura, puedes hacer caminatas a aldeas cercanas como Ban Na, donde conocerás la auténtica vida rural de Laos.
Río Mekong
Y cómo no mencionar el río Mekong entre los mejores lugares que ver en Laos. El Mekong no es solo un río, es el latido de Laos. Serpentea entre montañas, acaricia aldeas y nutre arrozales, marcando el ritmo de la vida en el país.
Aquí, el agua es camino, hogar y sustento. Barcas de madera se deslizan suavemente al amanecer, llevando pescadores y sueños a la deriva. A orillas del río, los niños ríen, las mujeres lavan ropa y los monjes cruzan en silencio, envueltos en túnicas color azafrán.
Viajar por el Mekong es adentrarse en el alma del país. Un lento recorrido en barco entre Huay Xai y Luang Prabang te mostrará paisajes de selva y templos dorados que asoman entre la niebla. Más al sur, en Si Phan Don, el Mekong se abre en mil caminos, creando islas donde el tiempo se detiene.
Al atardecer, sus aguas reflejan el cielo en tonos dorados y púrpuras. Sentarte en la orilla y contemplarlo es comprender Laos sin palabras. Porque el Mekong no solo fluye: cuenta historias.
¿Cuál es la mejor época para ir a Laos?
Si estás preparando un viaje por Laos, es clave elegir el mejor momento para llevarlo a cabo. Laos es un destino que se puede visitar durante todo el año, por lo que la mejor época para viajar al sudeste asiático dependerá de lo que busques en tu experiencia. El clima, los precios y la afluencia de turistas varían según la temporada, por lo que elegir el momento adecuado puede marcar la diferencia en tu viaje.
Temporada seca
La temporada seca, que va de noviembre a abril, es considerada la mejor época para visitar Laos. Durante estos meses, el clima es más fresco y seco, especialmente entre noviembre y febrero, cuando las temperaturas oscilan entre los 15 y 25 grados. Es el momento ideal para explorar templos, recorrer la región montañosa del norte y disfrutar de actividades al aire libre, como paseos en bote por el río Mekong o senderismo en Luang Prabang. Sin embargo, es también la temporada alta, lo que significa que los precios de alojamiento y tours pueden ser más elevados, y algunas atracciones estarán más concurridas.
Temporada de lluvias
De mayo a octubre, Laos experimenta la temporada de lluvias, con precipitaciones más frecuentes y temperaturas más cálidas. Aunque pueda parecer un inconveniente, las lluvias suelen ser intermitentes y dejan paisajes exuberantes, especialmente en las zonas rurales. Los precios bajan significativamente, y la cantidad de turistas disminuye, lo que te permitirá disfrutar de una experiencia más auténtica y tranquila. Además, algunas festividades locales, como el Boun Bang Fai (Festival de los Cohetes), tienen lugar en esta época.
En conclusión, la mejor época para ir a Laos depende de tus prioridades. Si prefieres buen clima y más opciones turísticas, la temporada seca es ideal. Si buscas ahorrar dinero y disfrutar de un ambiente más relajado, la temporada de lluvias puede ser una excelente alternativa.
¿Vale la pena visitar Laos?
Sin duda, vale muchísimo la pena visitar Laos. Se trata de un país que combina antiguos y majestuosos templos, vastos campos de cultivos, aldeas, vibrantes ciudades, una rica cultura y hermosos paisajes. Si a todo ello le unes que es uno de los destinos más desconocidos y menos masificados del sudeste asiático, el resultado es una auténtica joya viajera. Uno de esos países que sorprende muy gratamente a todo aquel que lo visita.
¿Cómo es la seguridad en Laos?
En términos de seguridad, Laos es considerado un país relativamente tranquilo, con bajos índices de criminalidad en comparación con otras naciones del sudeste asiático. Sin embargo, como en cualquier otro lugar del mundo, es recomendable tomar ciertas precauciones para garantizar una experiencia sin contratiempos.
Los delitos menores, como el robo de bolsos o carteristas en zonas turísticas, pueden ocurrir en ciudades como Vientián o Luang Prabang, especialmente en mercados o estaciones de autobuses.
Mantener las pertenencias seguras y evitar exhibir objetos de valor ayuda a reducir riesgos. También es recomendable que uses medios de transporte fiables y evites viajar solo en zonas remotas por la noche.
Más allá de la seguridad urbana, el mayor riesgo en Laos se encuentra en algunas áreas rurales donde aún pueden existir restos de explosivos sin detonar de antiguas guerras. Aunque estos casos son poco frecuentes en las rutas turísticas habituales, es crucial mantenerse en caminos señalizados y seguir las recomendaciones locales.
Un seguro de viaje es altamente recomendable al visitar Laos. No solo cubre imprevistos médicos, sino también robos o cancelaciones inesperadas. Los servicios de salud en Laos pueden ser limitados, por lo que contar con una póliza que cubra evacuaciones médicas a países cercanos como Tailandia puede ser una decisión prudente.
¿Cuántos días hay que ir a Laos?
A la hora de planificar un viaje por Laos, debes considerar pasar en el país al menos un par de semanas. Una de las principales razones para ello es práctica: ya que debes recorrer unos 10.000 km desde España, 15 días en el destino debería ser una estancia mínima. Pero, realmente, si quieres disfrutar a fondo de la mayoría de los lugares imprescindibles que ver en Laos, te recomendamos dedicar unas 3 semanas al país.
Debes tener en cuenta que el transporte de un punto a otro será, en muchos casos, relativamente lento. Las carreteras no son muy buenas – muchas no están asfaltadas – ralentizando los viajes en autobús o furgoneta. Los trenes son una buena opción cuando viajas desde Vientián en dirección norte, pero no hacia el sur. Por último, volar es lo más rápido, pero los vuelos internos no son tan económicos como hace algunos años.
Sin embargo, ya sabes lo que se dice cuando viajas por países tan fascinantes como Laos: la mejor manera de recorrerlos, es sin tener ninguna prisa. Saborea Laos. Siéntelo en la piel. En sus olores. Si lo haces, te llevarás un trocito de él para que caliente tu corazón viajero de por vida.
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