Japón es un país que fascina y engancha. Su exotismo y espiritualidad cautivan a cualquier viajero que se adentre en este lejano archipiélago también conocido como ‘el país del sol naciente’.

Pilar Ortega, periodista de viajes

El monte Fuji, los templos y santuarios, los bosques de bambú, sus centenares de islas, los palacios imperiales, la gastronomía, sus milenarias costumbres y la calidez de su gente son motivos más que suficientes para programar un viaje a este exótico y enigmático territorio que es Japón.

Para quedar rendidos a sus encantos hay que salvar, desde Europa, una distancia de unos 10.000 kilómetros. Merece la pena emprender la aventura japonesa porque allí nos espera una nación que atesora una historia milenaria y una cultura compleja cargada de tradiciones y que representa la tercera economía mundial. Con más de 6.000 islas e islotes, Japón se halla en un entorno de nombre evocador, ‘Cinturón de Fuego’, denominado así por su gran actividad sísmica, sus más de cien volcanes activos y su infinidad de balnearios de aguas termales. 

Estamos ante un país con una gran densidad de población. Como prueba, basta decir que sólo su capital, Tokio, tiene 38 millones de habitantes, lo que la convierte en el área metropolitana más poblada del mundo. Se trata de una ciudad vibrante que brilla con luz propia, donde la modernidad y la tradición se fusionan de una manera natural, como sucede con sus dos grandes hermanas, Kioto y la moderna Osaka. 

Ya Marco Polo dejó por escrito en ‘El libro de las maravillas’, en el siglo XIII, su asombro por este territorio llamado entonces Cipango, un país poblado, según él, por gente “con buenas maneras, rico e inaccesible para los de fuera”. Y se fijó en el gran Palacio del señor de la isla, ya en ese tiempo cubierto de oro puro y perlas rosadas preciosas. Hoy la literatura contemporánea (y los viajeros) siguen fijándose en Japón y son multitud los títulos editados, por no hablar de las películas, que han puesto el foco en su historia, su cultura, su espiritualidad, sus ciudades, sus costumbres, sus templos, sus jardines, sus recetas, la moda, el origami, el manga y el anime o sus milenarias tradiciones.

Lejano, exótico y misterioso, Japón ha entrado en la vida cotidiana de Occidente con el pie derecho y ha contagiado algunas de sus costumbres, de manera armoniosa, en este lado del planeta. Hablamos del manga y el anime, las artes marciales japonesas, el sushi o el cultivo de bonsáis. Está claro que Japón está de moda y, por fortuna, las puertas de este país hoy están abiertas de par en par al viajero.

En este artículo vamos a descubrir el país nipón a fondo y también te mostraremos cómo viajar seguro. Aprovechamos para recordarte que la sanidad japonesa tiene costes muy elevados y por este motivo, se recomienda contratar previamente un seguro de viaje con amplias coberturas médicas. Con nuestro seguro de viaje a Japón, además de contar con una cobertura de hasta 10 millones en gastos médicos por enfermedad o accidente, no tendrás que adelantar dinero. ¿Preparado para iniciar tu viaje a Japón?

Seguro de viaje a Japón

¿Qué visitar en Japón por primera vez?

Si vas a Japón por primera vez, descubrirás un país seguro, sorprendente y que te dejará siempre con ganas de más. Contemplarás santuarios majestuosos, templos con pagodas, arquitectura moderna, lugares mágicos, bosques para soñar, festividades únicas, etc. 

Los visitantes no dejarán de sorprenderse durante su viaje a Japón. Además, encontrarán tapas de alcantarilla decoradas con bonitos dibujos, tractores y excavadoras con lunares multicolores, tazas de wc con asientos que se calientan solos… Estamos en un país donde la espiritualidad se armoniza con la alta tecnología y donde lo futurista convive con lo extravagante. Por no hablar de sus festivales. Casi todos los días del año tiene lugar un festival o una fiesta tradicional en Japón.

Aquí te sugerimos los lugares que no puedes perderte en tu estreno por el país del sol naciente, pero antes de todo, te será muy útil conseguir una tarjeta de transporte público.

Tarjeta de transporte público en Japón

Lo primero que tienes que hacer para visitar Tokio y otras ciudades y lugares de Japón es conseguir una tarjeta magnética recargable para hacer uso del transporte público. Hay dos similares, Suica y Pasmo, y se adquieren en cualquier estación. Estas tarjetas, que te permitirán viajar con libertad sin comprobar necesariamente el precio del billete, también te servirán en otros destinos de Japón, como Osaka y Kioto. Has de saber que en Tokio hay 13 líneas de metro y más de 800 estaciones, pero no hay que asustarse, porque el ‘smartphone’ es un magnífico compañero y siempre te llevará al destino deseado. Eso sí, conviene evitar las horas punta y las aglomeraciones, que alcanzan su nivel máximo de las 7.30 a las 9 y de 17.30 a 19 horas.

Otra opción interesante es hacerte con el Japan Railway Pass (JR Pass), porque te permitirá viajar por Tokio y visitar los lugares más destacados de los alrededores, como el Monte Fuji, Nikko o Nagano. Hay pases de 7 días, y también de 14 días. Y los billetes que tienen una vigencia de hasta 21 días también se pueden utilizar en el ferry JR Miyajima. Conviene saber que estos pases se pueden comprar en España y otros países de Europa a un precio más ventajoso que en Japón.

Ferry con ruta hacia la isla de Miyajima en Japón
Ferry con ruta hacia la isla de Miyajima, Hiroshima, Japón. Imagen: Shutterstock

Y ahora que ya conoces cómo funciona la tarjeta de transporte público y puedes moverte libremente por el país nipón vamos a descubrir algunos de los lugares recomendados para una primera visita. Sin duda, ¡te encantarán!

¿Qué ciudades incluir en una primera visita a Japón?

1. Tokio, la ciudad (casi) más poblada del mundo

El mejor punto de partida para tomar contacto con la singular y fascinante cultura japonesa puede ser Tokio, una ciudad que comenzó su historia como un pequeño pueblo de pescadores que respondía al nombre de Edo. El lugar creció y creció y, desde los siglos XVII al XIX, fue el gran centro político y cultural de Japón. Ha sufrido terremotos, incendios y guerras, pero siempre ha renacido y recuperado su cara más moderna, no exenta de espacios tranquilos, que se resisten a entrar en el bullicio de sus avenidas principales.

Barrios de Tokio que merecen una visita

Hay varios barrios que son imprescindibles para visitar en Tokio: Shinjuku, Harajuku, Ginza y Asakusa.

Centro administrativo de Shinjuku

En Shinjuku, se halla la célebre estatua ‘Love” y se trata de uno de los barrios más frenéticos de Tokio. Está construido en torno a la estación más transitada del mundo y, por la noche, se ilumina como un catálogo inmenso de luces de néon. Aquí se hallan los rascacielos más altos de la ciudad y también el célebre New York Bar, situado en el piso 52 del Hotel Park Hyatt. Las vistas son, lógicamente, espectaculares.

Harajuku, el barrio más friki y extravagante de Japón

Harajuku es un barrio donde ser reúnen los personajes más frikis y pintorescos de Tokio. Se trata de uno de los centros de moda callejera donde es posible encontrar subculturas jóvenes. Se trata de un barrio ideal para pasear y observar las modas juveniles y las tendencias. Además, también encontrarás el popular santuario sintoísta Meiji Jingu, dedicado al emperador Miji y su esposa.

Santuario sintoísta Meiji Jingu en Tokio
Santuario sintoísta Meiji Jingu en Tokio. Imagen: Shutterstock

Barrio de Shibuya

El cruce peatonal más transitado del mundo es el de Shibuya, así que prepara la cámara para inmortalizar a la multitud en movimiento. Impresiona, la verdad. Aquí se halla el célebre monumento al perro Hachiko, un animal que esperó a su dueño fallecido durante casi 10 años.

Barrio de  Shinjuku iluminado por carteles neones de noche
Barrio de  Shinjuku iluminado por carteles neones de noche. Imagen: Shutterstock

Zona comercial de Ginza

A pocos minutos del Palacio Imperial, Ginza es el lugar donde se hallan las tiendas y las viviendas más lujosas de Japón. Hay galerías de arte, grandes almacenes y tiendas que derrochan lujo y poderío ya desde sus escaparates, si bien en las calles adyacentes aún se pueden encontrar algunas cafeterías pequeñas, viejos restaurantes y alguna tienda tradicional. 

Barrio de Asakusa

Tras visitar el Palacio Imperial situado muy cerca de Ginza , dirígete hasta el barrio de Asakusa, para ver el templo Senso ji, el más antiguo de la ciudad y, por tanto, el más célebre e importante de Tokio. Y, después, tu ruta puede continuar por la amplia avenida comercial Nakamise y la puerta Kaminari-mon. Desde el  mirador de la Torre Skytree, puedes disfrutar del horizonte de Tokio y, posteriormente, descansa subido a un crucero fluvial que te permitirá descubrir la bahía de Tokio hasta la moderna isla de Odaiba, antes de regresar a Shinjuku.

Templo Senso-ji en el barrio de Asakusa,
Templo Senso-ji en el barrio de Asakusa, Tokio. Imagen: Shutterstock

2. Kyoto, la antigua capital imperial

Hablemos ahora de Kioto, “la ciudad de los mil templos”. La antigua capital imperial de Japón tiene un patrimonio único en el mundo, en gran  medida porque salió ilesa de los ataques de la Segunda Guerra Mundial. En su territorio, hay 17 lugares declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, entre los que se hallan el Castillo de Nijo y el célebre Pabellón de Oro, del siglo XIV, que contiene varias reliquias de Buda. En 1950, este templo fue incendiado, según relata el escritor Yukio Mishima en la novela ‘El Pabellón de Oro’, por un joven monje. Así que la estructura actual es de 1955.

Otro de los templos que no hay que perderse en una visita turística por Kioto es el Kiyomizu dera, que forma parte también del Patrimonio Mundial de la Unesco. Data del año 778, si bien los edificios actuales fueron levantados en 1633. Este templo, que toma su nombre (‘agua cristalina’) de unas cascadas vecinas, se sostiene en cientos de pilares y ofrece unas magníficas vistas de la ciudad. Dicen que quien bebe el agua de la cascada del templo tendrá salud, longevidad y éxito en los estudios.

Templo budista de Kiyomizu-dera en Kioto
Templo budista de Kiyomizu-dera en Kioto, Japón. Imagen: Shutterstock

Las montañas que rodean Kioto tienen en sus laderas algunos de los templos japoneses más interesantes, como los que se hallan en el distrito de Higashiyama. Merece la pena visitar el misterioso barrio de Gion, donde hay numerosas y elegantes casas de té (chaya) para celebrar el arte de las geishas. Hay que saber que para llegar a ser una geisha se necesitan, entre otras cosas, años de dedicación al aprendizaje del canto tradicional japonés, además de la danza y la música propias del país. 

Visita imprescindible a las afueras de Kioto

Al oeste de Kioto, podemos adentrarnos en un bosque de bambú, uno de los más célebres de Japón: el de Arashiyama. Se halla escondido tras el templo Tenryu-ji y se puede recorrer mientras el sonido del viento teje sus singulares melodías entre las cañas de bambú, una planta que es un símbolo de fuerza, prosperidad y pureza. Es uno de los ‘100 paisajes sonoros’ de Japón.

Bosque de bambú Arashiyama en Kioto, Japón. Imagen: Shutterstock

Los amantes de los videojuegos tienen en el recién inaugurado Nintendo Museum un espacio interactivo que les permitirá disfrutar de lo lindo. Se halla localizado en Uji, una localidad situada entre Kioto y Nara que ya era célebre por ser la capital del té verde. En la primera planta del museo, los visitantes podrán encontrar consolas, videojuegos, juguetes y creatividades antiguas que dan fe de la evolución de la industria del ocio. El suelo de la planta baja lo ocupa una pantalla gigante donde se puede jugar a ‘Hyakunin Isshu’, un tradicional juego de cartas japonés, y a otras actividades interactivas. Por ejemplo, se pueden batear bolas lanzadas por ‘Ultra Machine’, jugar con la propia sombra recreando el ‘Game & Watch’ o utilizar el ‘Big Controller’ en parejas.

3. Osaka, la tercera ciudad de Japón

Osaka es otra de las grandes ciudades de Japón, la tercera en importancia del país, que tienes que visitar. Desde Tokio existe, desde 1964, un extraordinario tren bala, denominado Shinkansen, que conecta Tokio y Osaka en apenas dos horas y media. Dotonbori es su barrio más popular, ya que cuenta con una animada vida nocturna en torno a un bonito canal con una gran variedad de coloridos restaurantes donde se sirve fugu, el célebre y carísimo pez globo venenoso. Muy cerca, está la calle Shinsaibashi-suji, donde se mezclan los comercios tradicionales con los más modernos y grandes almacenes. 

Barrio de Dotonbori en Osaka
Barrio de Dotonbori en Osaka. Imagen: Shutterstock

Con una gran vocación comercial, Osaka tiene muchos atractivos para el viajero. Su castillo, del siglo XVI, es uno de ellos. Además de su edificio, cuenta con un ascensor que te llevará a lo más alto para descubrir unas vistas increíbles de sus jardines y de la ciudad. Otro gran mirador de Osaka es el Umeda Sky Building, un rascacielos de 173 metros de altura con dos torres simétricas. En los bajos de este edificio se halla el callejón Takimi Koji, un espacio con varios restaurantes y con mucho encanto que nos traslada al Japón de comienzos del siglo XX.

Si tienes tiempo, debes recorrer las tiendas de productos frescos del mercado Kuromon Ichiba, donde podrás ver patas de cangrejo gigantes, pulpo, frutas exóticas, carne de kobe, verduras… y podrás degustar sushi o sashimi en cualquiera de sus puestos ambulantes. Y si te interesa el manga, no debes dejar de acudir a Nipponbashi o Den Den Town, el barrio electrónico y de las tiendas manga. Aquí encontrarás todo tipo de videojuegos y consolas.

Visita imprescindible a a las afueras de Osaka

A una hora aproximadamente de Osaka, se halla el imprescindible castillo de Himeji, uno de los más históricos y visitados de Japón. Se trata de una estructura que nunca sufrió un asedio en sus más de 400 años de historia, porque conserva su diseño original. También se le conoce como ‘el castillo de la garza blanca’, por el color de su torre principal y por la elegancia y belleza de su arquitectura. 

Castillo de Himeji en Hyogo, Japón.
Castillo de Himeji en Hyogo, Japón. Imagen: Shutterstock

¿Qué no puedes dejar de ver en Japón?

Japón tiene múltiples lugares de interés para visitar, sin embargo como en todos los viajes el tiempo es limitado te facilitamos una lista con los 7 atractivos turísticos más destacados. ¡Anótalos porque valen mucho la pena!

1. Monte Fuji

Si hay un lugar emblemático que ningún viajero debe perderse en Japón, este es el Monte Fuji. Con 3.776 metros de altitud, este volcán sagrado es una parada obligatoria para todos. Su cima casi siempre está cubierta de nieve y son miles las personas que lo escalan durante el verano para disfrutar de un espectacular amanecer desde las alturas.

Normalmente, los viajeros suben hasta la quinta estación, situada a 2.000 metros de altura, para disfrutar de las vistas por encima de las nubes en dirección a los lagos y las montañas que la circundan. Desde aquí es donde los montañeros comienzan la ascensión hasta la cumbre, pero otros prefieren dirigir sus pasos hasta la aldea temática ninja de Oshino Shinobu. Si, por algún motivo, llegar a la quinta estación no es posible, existe la opción de visitar el Santuario Fuji Sengen, el templo principal que se halla en la entrada este del Monte Fuji.

2. Valle Owakudani

A un paso del Monte Fuji, se encuentra el Valle Owakudani o Valle del Infierno, denominado así por su gran actividad volcánica y sus pozos sulfurosos. Es aquí donde hay que probar los famosos ‘huevos negros’. Las altas temperaturas hacen hervir este producto que, según la leyenda, proporciona siete años más de vida a quien lo consume. Existe la opción de disfrutar de un paseo en barco por el vecino y bonito lago Ashi, para ver, desde otro ángulo, la impresionante silueta del Monte Fuji.

Paseo en barco por el lago Ashi en Hakone
Paseo en barco por el lago Ashi en Hakone, Japón. Imagen: Shutterstock

3. Santurario de Ise

Otro destino que no conviene perderse es el gran santuario de Ise, dedicado a Amaterasu, la diosa del sol. Se halla en medio de un bosque sagrado y espeso, en la prefectura de Mie. El complejo está estructurado en torno a dos templos: Naiku y Geku, separados por varios kilómetros de distancia. Aquí se conserva uno de los tres tesoros sagrados de Japón: el espejo Yata No Kagami. A Ise se puede llegar en tren desde Nagoya en un trayecto de una hora y media aproximadamente. Una curiosidad: cada 20 años, estos templos se desmantelan y se vuelven a reconstruir.

4. Lago Biwa

Los amantes de la naturaleza tienen en el Lago Biwa uno de los espacios más legendarios y fascinantes de Japón. Está muy bien conectado desde Kioto y brinda paisajes que han sido inmortalizados reiteradamente por los grandes pintores y poetas del archipiélago. En sus orillas hay castillos, museos, poblados de pescadores, comercios… Cuenta la leyenda que en sus aguas, además de la puerta flotante del santuario de Shirahige,  se halla sepultado el Palacio del Rey Dragón.

5. Los ciervos sagrados de Nara

Fundada en el año 710, Nara fue una de las antiguas capitales del antiguo Japón, una época de la que ya quedan pocos vestigios. Es la ciudad de los ciervos sagrados, unos animales que son considerados mensajeros de Dios y que campan a sus anchas por el entorno natural del bosque y el parque de Nara. Merece la pena visitar Todai-ji, uno de los siete grandes templos antiguos de la ciudad, que tiene uno de los edificios de madera más grandes del mundo. 

Templo budista de Todai-ji en Nara, Japón
Templo budista de Todai-ji en Nara, Japón. Imagen: Shutterstock

6. El jardín Koraku-en de Okayama

En la ciudad de Okayama existe uno de los tres jardines más conocidos de Japón, junto a los de Mito y Kanazawa. En su corazón hay un gran lago central rodeado de pequeños pabellones a los que se asoman las grullas japonesas que se crían en este espacio. Aquí hay un bonito castillo, conocido como ‘del cuervo’ por su color negro. Es un jardín que se terminó de construir en 1700.

Estanque del jardín Koraku-en, Okayama, Japón
Estanque del jardín Koraku-en, Okayama, Japón. Imagen: Shutterstock

7. Las heridas de Hiroshima

6 de agosto de 1945. A las 8:15 horas, Hiroshima sufrió los efectos del bombardeo nuclear de Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, con la pérdida de más de 100.000 vidas humanas. Por eso, la visita al Museo y Memorial de la Paz de Hiroshima hoy es una parada obligatoria para reflexionar y recordar a las víctimas. Cada aniversario, miles de luces con oraciones se posan en el río Motoyasu para pedir un futuro de paz y esperanza. Y el monumento dedicado a los niños que fueron víctimas de la bomba atómica se cubre con unos origamis con forma de grulla que llegan del mundo entero.

Al suroeste de Hiroshima, se halla la isla sagrada de Miyajima, famosa por el santuario sintoísta de Itsukushima, construido a orillas del mar con una estructura de palafitos. Aquí también hay ciervos sagrados porque existe un bosque virgen en sus inmediaciones que se puede contemplar desde el funicular que llega hasta la cima del monte Misen.

Puerta de Torii en el santuario sintoísta Itsukushima
Puerta de Torii en el santuario sintoísta Itsukushima. Imagen: Shutterstock

¿Qué más debes visitar si vas a Japón?

Son infinitas las propuestas a la hora de elegir lugares interesantes para visitar en Japón. Aquí añadimos algunos que dejarán con la boca abierta a quien se atreva a adentrarse en ellos. Es el caso de los Alpes Japoneses, de la estación de ferrocarril más alta (Murodo), de las tropicales islas Amami, etc.

Los Alpes Japoneses

Esta extensa cadena montañosa de Japón es un verdadero paraíso para los amantes de la montaña y los deportes al aire libre. Hay picos que sobrepasan los 3.000 metros de altura, como el Hotaka-dake (3.190 m.) y el Kita-dake (3.193 m.), pero también hay en su entorno bonitas ciudades, gargantas y valles preciosos con ríos de agua cristalina, estaciones de esquí y atractivos comercios y restaurantes. 

En realidad, los Alpes Japoneses, bautizados así por un ingeniero y arqueólogo británico, están formados por tres grupos montañosos diferentes: las montañas de Hida, en el norte; las de Kiso, en el centro, y las de Akaishi, al sur. Y algunos de sus grandes atractivos son las ciudades de Takayama, Shirakawago, Gokayama y Kanazawa. En la zona se encuentran la granja de wasabi Daio, donde podrás probar cerveza y helado de wasabi, entre otras ‘delicatessen’, y varias bodegas de sake.

Monte Hotaka-Dake en Kamikochi, Nagano, Japón
Monte Hotaka-Dake en Kamikochi, Nagano, Japón. Imagen: Shutterstock

Murodo, en lo más alto

Es la estación de ferrocarril de mayor altura de Japón (2.450 metros sobre el nivel del mar) y es célebre por su curiosa ruta de acceso: un cañón de 500 metros de longitud rodeado por grandes muros de nieve que conecta Murodo con Midagahara, un lugar de interés paisajístico especial por sus humedales, los de mayor altitud de Japón. Aquí también se encuentra el hotel más alto del país. En Murodo, por su parte, hay varias rutas de senderismo, una de las cuales termina en Mikurigaike, un lago de 10.000 años que surgió después de una erupción volcánica. Otra ruta se dirige hasta el célebre ‘Valle del Infierno’, en Jigokudani, con sus peñascos de azufre, de los que brotan manantiales de aguas termales.

Ruta alpina de Murodo y lago Mikurigaike
Ruta alpina de Murodo y lago Mikurigaike. Imagen: Shutterstock

Las islas Amami, el Japón más tropical

Son un verdadero edén. Amami es el nombre que recibe un conjunto de ocho islas del extremo sur de Japón. La capital de este territorio es la ciudad de Kagoshima, también conocida como ‘el Nápoles de Oriente’. El gran atractivo de este bonito archipiélago son sus playas de arena blanca y aguas cristalinas, sus arrecifes de coral, su abundante fauna marina, sus cuevas, su volcán, sus bosques subtropicales y su clima templado.

Estas islas conforman el parque nacional de Amami Guntö, donde hay abundancia de manglares y un ecosistema muy bien conservado, con especies únicas en peligro de desaparición, como el conejo de Amami. Amami-Oshima es la isla de mayor tamaño y la novena de todo Japón y, debido a su biodiversidad, fue declarada Patrimonio de la Unesco en 2021. Le sigue en extensión la isla de Tokunoshima, también catalogada por la Unesco Patrimonio Mundial. Este territorio es célebre por la práctica de una variante de la tauromaquia, denominada ‘togyu’ o sumo de toros, donde dos animales se enfrentan cuerpo a cuerpo. Se trata de una antigua práctica que se remonta más allá de 400 años. Aquí también sus playas con sus corales y árboles hitachi dejan casi sin respiración a quien las contempla.

Aparte de sus playas y su naturaleza virgen, las islas Amami también son famosas por sus tejidos de seda de primera calidad, los ‘Oshima Tsumugi’, que tienen la peculiaridad de estar teñidos con barro. De hecho, los kimonos japoneses elaborados con este tejido son especialmente apreciados.

Isla de Amami-Oshima en Japón
Isla de Amami-Oshima en Japón. Imagen: Shutterstock

¿Cuántos días son necesarios para visitar Japón?

La respuesta a la pregunta de cuántos días son necesarios para visitar Japón es la siguiente: “cuantos más días, mejor”. Japón es un país muy grande y cuenta con infinidad de atractivos turísticos, por lo que siempre quedarán razones para regresar y disfrutar de lo que se ha quedado en la agenda sin tachar. Lógicamente, no todo el mundo dispone del mismo tiempo y presupuesto para invertir en un viaje a Japón, así que todo va a depender de estos datos y de las actividades que tengamos previsto realizar.

Estancia mínima recomendada en Japón

Al tratarse de un país lejano, la duración mínima de un viaje para disfrutar de los lugares imprescindibles que ver en Japón  tiene que ser de 7 a 10 días. Esto permite ver los atractivos fundamentales del país, pero siempre nos quedaremos con ganas de volver. Lo ideal sería invertir de 15 a 21 días para hacer un recorrido por Japón.  

Es importante conocer cuál es la motivación del viaje, ya que no es lo mismo si el propósito es cultural, gastronómico, cinematográfico o de actividades en la naturaleza. Hay múltiples experiencias que disfrutar en Japón y cada una requiere de un tiempo valioso. Sin embargo, no es lo mismo conocer sus templos y santuarios que ir de compras, probar sus restaurantes, hacer senderismo, participar en una ceremonia del té, disfrutar de un combate de sumo o aprender a vestirse con un quimono y otros trajes tradicionales.

Así que toca decir qué es lo que queremos ver en Japón durante el viaje, marcar las ciudades y pueblos que nos gustaría conocer y, desde ese momento, ajustar el recorrido a los tiempos reales. Así calcularemos cuál es la duración que debe tener el viaje para descubrir las principales localizaciones turísticas que deseemos visitar. Hay que recordar que, por ejemplo, Tokio necesitaría al menos cuatro días para conocer sus principales barrios: Ginza, Harajuku, Akihabara, Shibuya, Asakusa o Shinjuku.

Intersección en Ginza, Tokio, Japón. Imagen: Shutterstock

Lo ideal es que, en un itinerario por Japón, se combinen los lugares imprescindibles con otros más escondidos y menos visitados. Es decir, incluir un poco de todo, desde ciudades grandes, hasta destinos de naturaleza, y no quedarse únicamente con las actividades típicas. Japón tiene muchas opciones para que nos enamoremos del país y queramos volver.

¿Qué hacer en Japón si sólo dispones de una semana o 10 días de vacaciones?

Seguro que puedes aprovechar el tiempo, aunque sólo tengas una toma de contacto aproximada con el país. Te dará tiempo a visitar Kioto y Tokio y hasta podrás hacer alguna excursión extra. Cada viajero es diferente y tendrá que adaptar su itinerario de manera personalizada. Y si sobra tiempo, seguro que encontrarás algún plan interesante sobre la marcha.

¿Cuál es la mejor época para viajar a Japón?

Cualquier época del año es buena para organizar un viaje a Japón. Sin embargo, al tratarse de un destino que se ha puesto de moda en Occidente, hay que reconocer que la primavera es seguramente el mejor momento del año para planificar un viaje a este país. En primer lugar, el presupuesto puede resultar más económico y, en segundo lugar, disfrutarás a tope, y de un modo más exclusivo, de la cultura y de los atractivos turísticos más interesantes. 

También se recomienda evitar algunas fechas de temporada alta, como la época del hanami, la Golden Week, el Obon o Festival de los Fantasmas Hambrientos, el Año Nuevo, el Día de San Valentín y otras festividades, sobre todo para no coincidir con las vacaciones de los japoneses. Si viajas en esas fechas, recuerda que se multiplicarán las aglomeraciones y el acceso a los lugares turísticos será más complicado.

¿Qué comer en Japón?

La cocina japonesa, todos lo sabemos, es una de las más sofisticadas del mundo y se ha introducido en la dieta de cualquier país occidental, también en Europa. El arroz es su ingrediente básico, sin despreciar los fideos, que los hay de diferentes tipos. Por ejemplo, los udon son unos espagueti de trigo de tamaño grueso, los ramen son como tallarines finos y los soba están elaborados con trigo sarraceno.

Sushi, uno de sus platos estrella

También hay varias categorías de sushi. Una de ellas son los nigiri, esa especie de montañita de arroz coronada por una capa de pescado crudo; otra es el maki, un sushi enrollado que normalmente está envuelto en un alga nori; y el chirasi es un cuenco de arroz cubierto con alguna variedad de pescado.

Tempura de mariscos y verdura

En la cocina japonesa también abundan los fritos, especialmente elaborados con la antigua técnica de la tempura, si bien hay otros métodos, como el karaage, en el que los ingredientes se fríen tras ser marinados en salsa de soja, o los korokke, unas croquetas rellenas de patata, carne o salsa.

Curry japonés de verduras y carnes

El curry es otro de los platos fetiche de Japón. Se trata de una salsa densa que se prepara mezclando especias y otros alimentos, como cebollas, zanahorias, patatas y carne. Se suele consumir acompañado de arroz y con, por ejemplo, una chuleta de cerdo. 

Dulces japones tradicionales

Los dulces tradicionales (wagashi) también son deliciosos y variados. Se preparan casi siempre con productos de origen vegetal, como los mochi de arroz o el anko, una pasta dulce que se obtiene de las alubias rojas azuki. No olvides probar los namagashi y los higashi, sobre todo si tomas una taza de té caliente. Otras delicias son los dorayaki (tortas rellenas de mermelada), los yoban (una gelatina sólida), y los monaka (una especie de barquillos rellenos).

Dulces tradicionales wagashi
Dulces tradicionales wagashi. Imagen: Shutterstock

Recuerda que en Japón se puede comer a cualquier hora del día gracias a la abundante oferta de comida callejera. En estos puestos tradicionales, podrás pedir platos tan típicos como el karaage de pollo o los yakisoba, pero hay mucho más dónde elegir: nikuman (pan relleno de carne), yakitori (brochetas de carne a la parrilla), dango (brochetas de mochi asado), taiyaki (oblea rellena de mermelada de alubias rojas), ikayaki (calamar a la brasa), mizuame (fruta cubierta de azúcar escarchado) o kakigori (granizado a la japonesa). 

¿Dónde alojarte durante tu estancia en Japón?

Además de los hoteles convencionales, Japón cuenta con una gran oferta de hoteles tradicionales denominados ‘ryokan’ que, a veces, cuentan con un servicio de aguas termales (onsen). Se trata de espacios minimalistas que revelan el gusto japonés por lo sencillo y por los espacios despejados.

Hay ryokan de diferente categoría, pero todos siguen una serie de normas básicas. Lo primero que sorprende es que la persona que atiende la recepción te pide que te quites el calzado, con el fin de no pasar la suciedad de la calle a las esteras con que suele estar alfombrado el suelo de las habitaciones.

Dentro de la estancia, encontrarás unas chanclas de madera, un kimono de algodón (yukata) y unos calcetines, que podrás utilizar siempre que quieras dentro del hotel, incluso para ir al restaurante, en caso de que lo haya. La mayoría de los huéspedes  utilizan estas prendas por pura comodidad mientras no salen del alojamiento.

En los ryokan apenas hay armarios, porque están pensados para pasar una noche o dos, y se supone que el cliente no lleva una maleta grande. Y para dormir, se utiliza un colchón fino o futón que se apoya directamente sobre el suelo, aunque algunas habitaciones cuentan con camas bajas.

En el entorno del monte Fuji, abundan los ryokan con onsen, especialmente en la zona de Hakone, pero también hay en Takayama, Kusatsu o Beppo. Y hasta en ciudades como Kyoto o Tokyo. 

Ryokan con onsen
Ryokan con onsen. Imagen: Shutterstock

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Si después de leer este artículo ya estás preparando tu viaje a Japón es recomendable que no olvides incluir en tu maleta un seguro de viaje a Japón con amplias coberturas médicas. El Ministerio de Asuntos Exteriores Español recuerda que la sanidad japonesa aunque tiene muy buenos médicos y hospitales pero los costes son muy elevados. Si no dispones de un seguro de viaje es posible que tengas que hacer frente a pagos muy elevados.

Para evitar tener que adelantar dinero en caso de precisar asistencia médica te recomendamos contratar nuestro seguro de viaje a Japón que incluye una cobertura en gastos médicos por enfermedad o accidente de hasta 10.000.000 de euros. El precio de este seguro va desde los 2,16€ al día. ¡Viaja protegido y dedícate a disfrutar! De los incidentes nos ocupamos en Heymondo.

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