Puede que Suiza no esté entre los países más visitados de Europa, pero desde luego sus ciudades y paisajes bien lo merecen. Tal vez se haya visto eclipsada por la fama de sus bancos y de sus relojes, pero hay mucho más y nos referimos a su gran belleza. En este artículo descubrirás que ver en Suiza y qué ciudades y lugares son imprescindibles en el país helvético.
En Mondo queremos revindicar la Suiza turística, esa que está llena de rincones que merecen la pena ser explorados. ¿Nos sigues?
Lugares únicos que ver en Suiza
Suiza es un país relativamente pequeño, por lo que las distancias no son excesivamente grandes. Por eso, te recomendamos alquilar un coche para recorrerlo. De esta forma tendrás la libertad de ir a los lugares que tú quieras, sin estar pendiente de los horarios. Además, la mayoría de las ciudades importantes están unidas por autovía, o por carreteras en buen estado, incluso los lugares más montañosos. El tren es otra de las opciones, pero te atará un poco más, y para llegar a algunos lugares, la combinación no es del todo buena.
Cualquier época del año es buena para viajar a Suiza. En invierno descubrirás la Suiza más auténtica, esa donde la nieve cubre de blanco las ciudades y los paisajes. En verano podrás disfrutar de más horas de luz y de los verdes paisajes que los Alpes ofrecen.
Hay un montón de sitios que ver en Suiza, pero como siempre, sabemos que el tiempo es oro. Por eso, hemos hecho una selección de esos sitios que son imprescindibles en tu visita a Suiza
Qué ver en Berna
Es la capital de facto de Suiza, y una de las ciudades más bonitas del país. Todo el centro de Berna es Patrimonio de la Humanidad, así que prepárate para la belleza de este lugar. El nombre de Berna dice la leyenda que proviene de bär, que es oso en alemán. Estos animales pueden observarse en semilibertad al otro lado del río y están presentes en el escudo y la bandera de la ciudad.
Para visitar Berna, si vienes en coche, lo mejor es aparcar a las afueras e ir en trasporte público hasta el centro. Una vez allí, recorre sus calles medievales y disfruta de una ciudad realmente bonita.
La fisionomía de Berna está marcada por el río Aar, que hace un meandro, dejando encajada dentro de éste a la ciudad vieja. La calle principal es la Kramgasse, que desemboca en la famosa torre del reloj. Aunque las calles paralelas a ésta también son importantes. De hecho, todo el centro histórico se merece una vista a pie. A lo largo de la Kramgasse encontrarás diferentes fuentes, con figuras muy coloridas de personajes históricos de la ciudad, religiosos y mitológicos.
El Zytglogge, o torre del reloj, es otro de los lugares que hay que visitar en Berna. Está presente en la ciudad desde 1218, y es un auténtico prodigio de la ingeniería suiza. Después de numerosos cambios, en la actualidad la apariencia del reloj se asemeja a la que tenía en el siglo XVIII.
Otros puntos importantes de la ciudad son su catedral, el parlamento suizo y el Untertorbrücke, o puente Untertor. Sin embargo, lo mejor es recorrer las calles, ya que el centro tampoco es excesivamente grande. Recorre sus pequeñas tiendas de artesanía o por sus bonitos cafés.
Visitar Interlaken y el valle de Lauterbrunnen
Suiza es conocida por sus montañas y todos los deportes de invierno que en ellas se pueden practicar. Interlaken es la puerta de entrada a una serie de lugares llenos de naturaleza y pistas para esquiar.
La ciudad de Interlaken se sitúa entre dos lagos, de ahí su nombre, y está plagada de complejos hoteleros para los esquiadores. Se trata de un buen lugar para hacer noche y desde el que planear tus escapadas. Está a 50 minutos de Berna, por lo que si tienes coche puede ser tu siguiente destino. Si tienes tiempo, de camino está la pequeña ciudad Thun con su castillo. Te recomendamos que pares y disfrutes un poco de ella.
Desde Interlaken te recomendamos que visites el alto del Jungfraujoch, donde se encuentra la estación de tren más alta de Europa a 4.158 metros de altura. Para subir tienes que tomar el Jungfraubahn, o tren cremallera, desde la estación de Kleine Scheidegg. Para llegar a ella puedes ir en coche o coger otro tren desde Interlaken. Te advertimos que el viaje no es barato, ya que ida y vuelta desde Lauterbrunnen (un punto intermedio) cuesta entre 85€ y 175€, dependiendo de la temporada. Sin embargo, las vistas que hay en la cima son asombrosas. Si llueve o hay niebla no es la mejor opción para subir, y te perderás todo el paisaje. Consulta previamente la predicción meteorológica. En la subida hay una parada para ver un glaciar, y en la cima, un gran mirador y varias tiendas y actividades. Incluso hay una oficina de correos desde la que mandar tu típica postal.
Otra excursión obligada son la vista a los bonitos pueblos de Lauterbrunnen, rodeado de cascadas y verdes prados y Grindelwald, con sus casas típicas suizas y estaciones de esquí. Pero si queréis vivir los paisajes de Heidi, os recomendamos visitar Mürren. Para llegar a este pueblecito hay que tomar un teleférico desde Stechelberg. Recorrer sus calles nevadas con las montañas de fondo puede ser una experiencia única.
Conocer Lucerna
Esta ciudad a los pies del Lago de los cuatro cantones es una ciudad realmente bonita. No es demasiado grande, así que en una mañana puedes visitarla. El monumento más icónico de la ciudad de Lucerna es su puente medieval de madera, conocido como Kapellbrücke. Es cubierto, y sus techos están decorados con pinturas que representan escenas de la historia de Lucerna. El puente ha ardido varias veces en la historia, pero siempre se ha reconstruido.
Otro elemento que te llamará la atención en la ciudad son sus fachadas pintadas con obras antiguas, algunas tienen más de 500 años. Recorre el centro medieval de la ciudad y déjate sorprender por sus calles y plazas, donde se respira tranquilidad y belleza a partes iguales.
Por último, no puedes dejar de visitar el Centro de Cultura y Congresos KKL, un moderno edificio a los pies del lago obra del arquitecto Jean Nouvelle. Sus formas rectas crean una bonita escena junto a las escarpadas montañas que bordean a la ciudad.
Recorrer Friburgo
Esta pequeña ciudad Suiza, que comparte nombre con otra ciudad alemana, está construida en pendiente, siguiendo el curso del río Saane. Es una ciudad medieval que se conserva muy bien. Para recorrerla deberás estar en forma ya que las pendientes son considerables. En el centro encontrarás numerosas fuentes, y uno de los atractivos de la ciudad son los puentes que llegan a ella. Destaca también la Catedral de San Nicolás, que cuenta con una torre de 71 metros de alto.
Es una ciudad con un gran ambiente universitario, por lo que encontrarás con facilidad muchos lugares en los que comer y a un precio asequible. Algo que en Suiza no es muy común.
Es una visita que recomendamos, porque no está lejos de Berna (30 minutos), se puede recorrer en una mañana, y su belleza te atrapará desde el primer momento.
Qué ver en Zúrich
Es la capital económica del país, y una ciudad con un nivel de vida bastante alto. Si viajas en coche, la primera recomendación es que lo dejes en alguno de los aparcamientos disuasorios que hay en las afueras, y tomes el transporte público. Si no lo haces, has de saber que el ayuntamiento de esta ciudad ha planeado para los vehículos propios una serie de medidas que dificultan su uso. Semáforos cada 20 metros, parkings llenos y con precios desorbitados y un sinfín de obstáculos para que dejes el coche en casa.
Zúrich tiene mucho que ofrecer, así que tómatelo con calma, y selecciona eso que más te apetece. Tiene un centro histórico peatonal, llamado Lindenhof, que merece la pena recorrer. En él encontrarás tiendas de artesanía, cafés y las tres iglesisas más importantes de la ciudad: San Pedro, Augustinerkirche y Fraumünster. Como está situada a los pies de un lago, y atravesada por un río, cruzarás sus bonitos puentes una y otra vez.
Si te gusta ir de tiendas, y tu cartera te lo permite, la Bahnhofstrasse es tu lugar. Esta es la milla de oro de Zurich, donde encontrarás las firmas más exclusivas del panorama nacional e internacional. Tiene 1,4 kilómetros de largo, así que hay cientos de escaparates para ver. Si no quieres dejarte un dineral, siempre puedes comprar algo de chocolate suizo en Läderach Chocolatier Suisse.
Zúrich también ofrece una agitada vida cultural. Puedes hacer una parada en su imponente ópera, o visitar su museo Kunsthaus, que alberga obras de Munch, Picasso, Monet o Chagall, entre otros.
Suiza está llena de lugares que visitar y disfrutar. Antes de iniciar tu trayecto, recuerda llevar tu seguro de viaje. Es muy recomendable si tienes pensado hacer deportes de aventura como trekking o montar a caballo. En Mondo puedes encontrar el seguro de viaje que más se ajusta a tus necesidades, porque puedes personalizar muchas de las características, y hacerlo a tu medida. Además, dispondrás de la App de asistencia al viajero 24h con un chat médico y llamadas de emergencia gratuitas.
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