¿Te imaginas pasar las fiestas bajo el baile de las auroras boreales y rodeado de paisajes nevados que parecen sacados de otro planeta? Viajar a Islandia en diciembre es una de esas experiencias que marcan un antes y un después en el pasaporte de cualquier viajero.
La isla del hielo y el fuego se transforma en invierno. Lejos de ser un lugar inhóspito y oscuro, la Navidad en Islandia se vive con una calidez especial. Las ventanas se llenan de candelabros, el olor a canela y cordero ahumado inunda las calles de Reikiavik y, si la suerte acompaña, el cielo regala el espectáculo natural más impresionante del mundo.
Sin embargo, no te vamos a engañar: Islandia en invierno es salvaje e impredecible. Es un destino que exige preparación, respeto por el clima y, sobre todo, muchas ganas de aventura. En un entorno tan extremo, contar con un buen seguro de viaje es tu mejor compañero de ruta para explorar con total tranquilidad.
Índice
¿Cómo se vive la Navidad en Islandia?
Si hay una palabra que define la Navidad islandesa, esa es luz. Puede sonar contradictorio sabiendo que es la época más oscura del año, pero precisamente por eso, los islandeses se vuelcan en iluminar cada rincón. Viajar a Islandia en estas fechas es sumergirse en un ambiente de calidez hogareña, donde el frío de fuera contrasta el «cozyness» de cafeterías, casas y calles decoradas con mimo.
El clima y las horas de luz en diciembre
Vamos a ser claros con uno de los temas que más preocupa: el tiempo en Islandia en Navidad. ¿Hace frío? Sí. ¿Está siempre oscuro? No, pero la luz es limitada.
Durante el mes de diciembre, y especialmente alrededor del solsticio de invierno (21 de diciembre), Islandia cuenta con apenas 4 o 5 horas de luz solar directa. El sol suele salir perezoso sobre las 11:00 de la mañana y se pone cerca de las 15:30 de la tarde. Pero no imagines una oscuridad total; durante esas horas disfrutarás de un amanecer y atardecer perpetuo, una «hora dorada» y «hora azul» que dura horas y que regala una luz mágica para los amantes de la fotografía.
En cuanto a las temperaturas, gracias a la Corriente del Golfo, el invierno islandés no es tan gélido como en otros lugares a esa latitud (como Laponia). En Reikiavik, el termómetro suele oscilar entre los -2°C y los 4°C. Eso sí, el viento es el verdadero protagonista y puede hacer que la sensación térmica baje drásticamente.
Recuerda que con Heymondo tienes un chat médico disponible las 24 horas en nuestra app. Si tienes una consulta de salud rápida, podrás resolverla al instante sin tener que salir al frío a buscar una farmacia de guardia. ¡Viajar tranquilo es importante!
La decoración y el ambiente en Reikiavik
Desde mediados de noviembre, Reikiavik se transforma. Para combatir la oscuridad, los islandeses decoran ventanas, balcones y jardines con miles de luces navideñas. No lo hacen solo por estética, sino como una forma de mantener el ánimo alto.
Pasear por la calle Laugavegur, la arteria principal de la capital, es una delicia. El olor a almendras garrapiñadas se mezcla con el aire fresco, y es fácil encontrar coros cantando villancicos en la plaza Austurvöllur, donde se instala el gran árbol de Navidad (tradicionalmente un regalo de la ciudad de Oslo).
Además, la nieve suele hacer acto de presencia, cubriendo los tejados de colores y creando esa postal navideña perfecta que todos tenemos en mente. Es un ambiente tranquilo, familiar y muy auténtico, lejos de las aglomeraciones comerciales de otras capitales europeas.
Tradiciones islandesas que te sorprenderán
Olvídate del Papá Noel de traje rojo y barba blanca que todos conocemos. En Islandia, la Navidad tiene un toque mucho más folclórico, antiguo y, por qué no decirlo, un poco travieso. Las tradiciones navideñas en Islandia están arraigadas en leyendas de troles y criaturas de la montaña que hacen que estas fiestas sean únicas en el mundo.
Los 13 Jólasveinar (Yule Lads)
En lugar de un solo Santa Claus, los niños islandeses reciben la visita de 13 Papá Noeles, conocidos como los Yule Lads o Jólasveinar. Según la leyenda, son hermanos y descienden de las montañas uno por uno durante las 13 noches previas a la Navidad (desde el 12 hasta el 24 de diciembre).
Lejos de ser los abuelitos entrañables que imaginamos, estos personajes son, en realidad, troles con personalidades muy definidas y nombres que describen sus travesuras. Por ejemplo, está el «Chupacucharas» (Þvörusleikir), el «Portazos» (Hurðaskellir) o el «Ladrón de Velas» (Kertasníkir).
La tradición dicta que los niños deben dejar un zapato en el alféizar de la ventana antes de irse a dormir. Si se han portado bien, el Yule Lad de turno les dejará un pequeño regalo o dulce. Pero si han sido traviesos… a la mañana siguiente se encontrarán con una patata podrida. ¡Nadie quiere una patata podrida en Islandia!
El Gato de Navidad (Jólakötturinn)
Si los 13 hermanos te parecían curiosos, espera a conocer a su mascota. El Gato de Navidad es una bestia enorme y temible que merodea por los campos nevados. Cuenta la leyenda que este gato se come a cualquier persona que no haya recibido alguna prenda de ropa nueva antes de la Nochebuena.
Aunque suena aterrador (y una forma muy eficaz de asegurarse de que los niños terminaban sus tareas de tejido a tiempo antiguamente), hoy en día es una excusa perfecta para estrenar ropa en Navidad. Así que, si necesitas una justificación para comprarte ese jersey de lana islandesa (lopapeysa) tan bonito, ¡di que es por tu seguridad frente al gato!
Gastronomía típica navideña
La mesa navideña en Islandia es un festín de sabores intensos y tradicionales, pensados para combatir el frío. Si visitas Islandia en Navidad no puedes irte sin probar:
- Hangikjöt (Cordero ahumado): Es el plato estrella. Se trata de carne de cordero ahumada con estiércol de oveja seco (sí, has leído bien, es una técnica ancestral) y madera de abedul, lo que le da un sabor muy característico. Se suele servir con patatas, guisantes y salsa bechamel.
- Laufabrauð (Pan de hoja): Un pan muy fino y crujiente, decorado con patrones geométricos tallados a mano y frito en grasa. Es tan bonito que da pena comérselo.
- Malt og Appelsín: La bebida nacional de la Navidad. Es una mezcla no alcohólica de malta y refresco de naranja que encontrarás en todas las casas.
Los mejores planes para hacer en Islandia en diciembre
Viajar a Islandia en el último mes del año no es solo ver decoraciones navideñas; es aprovechar la naturaleza invernal en su máxima expresión. Aunque los días sean cortos, las noches son mágicas y ofrecen actividades que no podrás disfrutar en verano. A continuación tienes los imprescindibles para tu itinerario.
A la caza de las auroras boreales
Diciembre es uno de los mejores meses para ver las auroras boreales en Islandia. La ecuación es sencilla: cuantas más horas de oscuridad, más probabilidades de ver a la «Dama Verde» bailando en el cielo.
Aunque se pueden llegar a ver desde la propia capital (si la intensidad es muy alta), lo ideal es alejarse de la contaminación lumínica. Lugares como el Parque Nacional de Thingvellir o la zona del faro de Grótta (a las afueras de Reikiavik) son puntos estratégicos excelentes.
Visita las Cuevas de Hielo de Vatnajökull
Una de las cosas que solo puedes visitar en invierno en Islandia son las majestuosas cuevas de hielo. Las más conocidas son las del glaciar Vatnajökull, el más grande de Europa. Con la llegada del verano, el hielo se funde, desapareciendo así las cuevas formadas en invierno. Son un fenómeno extraordinario y totalmente imprevisible creado por la naturaleza, su ubicación y forma pueden cambiar cada año, por lo que visitarlas resulta una experiencia única en la vida. Recomendamos que, si vas a viajar a pasar la Navidad en Finlandia y deseas visitar las cuevas de hielo, reserves la excursión cuanto antes.
Bañarse en las aguas termales en Islandia
Islandia tiene disponible una gran cantidad de baños termales en los que te puedes dar un relajante baño. Esta es una actividad muy normal dentro del estilo de vida de los lugareños, por lo que no tendrás problema a la hora de encontrar uno. Los baños termales más visitados de Islandia son:
- Blue Lagoon: El clásico indiscutible. Sus aguas lechosas ricas en sílice son famosas en el mundo entero. En Navidad el ambiente es mágico, pero recuerda reservar con mucha antelación.
- Sky Lagoon: La opción más nueva y sofisticada, ubicada muy cerca del centro de Reikiavik. Su ritual de siete pasos y su piscina infinita con vistas al océano Atlántico son una experiencia sensorial increíble.
- Piscinas locales: Si quieres vivirlo como un auténtico islandés (y ahorrar dinero), visita las piscinas municipales de Reikiavik (Sundhöllin o Laugardalslaug). Son el centro social de la ciudad.
Esta es una de las actividades que no te debes perder si tienes pensado pasar la Navidad en Islandia. Las vistas desde las lagunas son indescriptibles, además, es una actividad económica que no deja indiferente a nadie.
Senderismo y motos de nieve
Durante tu visita a Islandia en Navidades podrás realizar actividades como rutas de senderismo por glaciares o realizar alguna excursión en moto de nieve. Ambas actividades son ideales para turistas intrépidos que buscan aventuras acompañadas de los paisajes más impresionantes del país.
Realizar excursiones por los majestuosos glaciares te brindará estampas inigualables, estos están en continuo movimiento, por lo que cada paisaje es único. Es importante que realices este tipo de excursiones con un guía especializado para evitar pisar en falso sobre alguna capa fina de hielo.
Fin de Año en Islandia: fuego y pirotecnia
Si tu viaje coincide con la Nochevieja, prepárate para una locura maravillosa. El Fin de Año en Islandia no se celebra con uvas, sino con fuego.
La noche comienza con las tradicionales hogueras (Áramótabrennur) que se encienden en los barrios. Es un momento comunitario donde vecinos, amigos y turistas se reúnen para calentarse y «quemar» lo viejo del año que termina.
A medianoche, el cielo estalla. Lo curioso es que no hay un espectáculo oficial del ayuntamiento: son los propios habitantes quienes compran toneladas de fuegos artificiales (cuyos beneficios suelen ir a los equipos de rescate, ICE-SAR) y los lanzan a la vez. El resultado es un espectáculo de 360 grados de luz y ruido sobre la bahía de Reikiavik que te dejará sin palabras.
Consejos para viajar seguro a Islandia en invierno
Islandia en diciembre es maravillosa, pero su naturaleza no perdona errores. La seguridad debe ser tu prioridad número uno para que el viaje no se tuerza. Aquí tienes las claves para moverte sin riesgos:
- En la carretera, cero confianzas: Si alquilas coche, asegúrate de que sea un 4×4 y que tenga neumáticos de invierno (obligatorio por ley). Las carreteras pueden cubrirse de hielo en minutos. Revisa siempre el estado de las vías en tiempo real en fuentes fiables antes de arrancar.
- El clima manda: El tiempo cambia cada 5 minutos. Consulta la previsión oficial y haz caso a las alertas. Si hay aviso de temporal, no salgas.
- Apps imprescindibles: Instala la app 112 Iceland (para enviar tu ubicación en caso de emergencia) y SafeTravel para registrar tu itinerario.
- Flexibilidad: En invierno, los planes a veces fallan. Tener un plan B es la norma, no la excepción.
Para viajar con total tranquilidad, no olvides meter en la maleta tu seguro de viaje Heymondo. Tendrás asistencia médica 24/7 y cobertura ante imprevistos o cancelaciones, para que tú solo te preocupes de buscar la próxima aurora boreal.
¿Es suficiente con la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE)?
Esta es una de las dudas más frecuentes al viajar a Islandia. Es muy probable que tengas la Tarjeta Sanitaria Europea en tu cartera, y aunque es un documento imprescindible que siempre recomendamos llevar, debes conocer su «letra pequeña» cuando viajas para no llevarte sorpresas.
La TSE te da acceso a la sanidad pública islandesa, pero no garantiza la gratuidad total ni cubre todas las incidencias de un viaje de invierno:
- El sistema de copago: A diferencia de España, en Islandia la sanidad pública no es gratuita al 100% para el usuario. Aunque lleves la TSE, es habitual que tengas que abonar una parte fija de la visita médica o de las urgencias (el llamado «copago»), un coste que no es reembolsable en el país y que deberás reclamar a tu vuelta (un trámite que puede ser lento y complejo).
- No cubre rescates: Este es el punto más crítico en un viaje de aventura. Si sufres un percance haciendo trekking en un glaciar o buscando auroras en una zona remota y necesitas ser rescatado, la TSE no cubrirá esos gastos.
- Sin repatriación: La tarjeta tampoco cubre el traslado sanitario de retorno a tu país en caso de enfermedad grave o accidente, ni los gastos de acompañantes.
Descubre Islandia asegurado con Heymondo
Viajar a Islandia en Navidad es, probablemente, una de las mayores aventuras que vivirás, pero también una inversión importante. En un destino donde la sanidad es privada para los no residentes y los precios son elevados, contar con el respaldo adecuado no es solo una recomendación, es una necesidad para tu bolsillo y tu tranquilidad.
En Heymondo queremos ser ese compañero de viaje invisible que está ahí cuando lo necesitas, para que tú solo te preocupes de disfrutar de los paisajes árticos. Con un seguro de viaje Heymondo viajas con la tranquilidad de saber que estás protegido:
- Asistencia médica internacional 24/7 con atención en tu idioma.
- Cobertura de gastos médicos por enfermedad o accidente.
- Protección ante pérdida o robo de equipaje.
- Cancelación de viaje por causas justificadas.
- Asistencia en caso de retrasos o incidencias en vuelos.
No dejes que un imprevisto estropee tu experiencia navideña. Calcula tu seguro de viaje ahora y prepárate para descubrir la magia de Islandia con la seguridad de estar en las mejores manos.
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