A lo largo de tu vida viajera visitarás muchos lugares que, sin duda, dejarán una huella imborrable en tu memoria, pero existen experiencias que están por encima de eso y que marcarán un antes y un después en tu vida. Las rutas viajeras te permiten conocer en profundidad los países por donde pasan y formar parte de su historia. Hoy nos lanzamos de cabeza a las 5 rutas viajeras que deberías de hacer antes de morir, ya sabes, nos gusta verlo todo con nuestros propios ojos.
Rutas viajeras:
La ruta 66, la “Carretera Madre” de EE.UU.
Casi 4.000 Km separan Chicago de Los Ángeles. Esta es la longitud de la mítica ruta 66, que cruza casi todo el país de este a oeste, pasando por los estados de Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California. Esta ruta era el principal itinerario de los inmigrantes que iban al oeste, especialmente durante la sequía de los años 30. Hoy en día es considerada una ruta histórica y cuenta con algunos de sus tramos originales cerrados. Sin embargo, gracias al empeño de aquellas comunidades que crecieron en torno a la ruta, hoy en día conserva todo el sabor americano de sus orígenes.
Grandes ciudades, pequeños pueblos, moteles de carretera, desiertos, grandes paisajes y mucha libertad es lo que ofrece esta ruta, que se recomienda hacer en coche de alquiler o en Harley Davidson, al más puro estilo de las películas americanas.
La ruta de la seda, descubriendo Asia Central
Con más de 2.000 años de antigüedad, la ruta de la seda fue durante años, la principal vía de unión comercial y cultural entre oriente y occidente. Su recorrido original se extiende durante 8.000 km por desiertos y montañas, desde Estambul (Turquía) hasta Xi´an (China), atravesando Asia central.
Aunque la ruta de la seda finaliza en china, hay que tener en cuenta que la mayoría del viaje discurre por países de la antigua unión soviética con un pasado islámico, dando como resultado una identidad cultural de lo más interesante.
Es una de las rutas viajeras más completas ya que cruza los países de China, Kirguistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Irán y Turquía y se le estima una duración de 3 a 4 meses para hacerla en condiciones, aunque existen recorridos más cortos por partes de esta ruta. Puede que algunos de estos países no te suenen de nada e incluso te asuste un poco visitarlos, pero nada más lejos de la realidad. Son países seguros y llenos de joyas que valen la pena visitar como la madraza de Samarcanda, las ruinas de Merv o el mercado dominical de Kashgar.
Transiberiano, cruzando Siberia en tren
A pesar de lo que muchos creen, el Transiberiano es una ruta ferroviaria, no un tren en concreto, por lo que esta ruta se puede hacer en trenes privados de lujo (cuyo precio no bajará de los 4.000€) o en trenes públicos.
La ruta principal del Transiberiano une Moscú con Vladivostok, en la costa rusa del pacífico, pero existen dos ramales más que llegan hasta Pekín (China), una a través de Manchuria y otra (la más popular) a través de Mongolia.
La duración de esta ruta dependerá de las paradas que decidas realizar y de los días que permanezcas en cada parada, aunque unos 18 o 20 días deberían de ser suficientes para hacerla en condiciones.
Moscú, Ulán Bator, Pekín o el lago Baikal son algunas de las paradas obligatorias en esta ruta, en la que podrás ir descubriendo a través de la ventana del tren la transición entre Europa y Oriente.
El Amazonas, recorriendo Sudamérica en barco
El Amazonas es uno de los ríos más grandes del mundo y cuenta con gran cantidad de afluentes, por lo que no existe una ruta determinada para surcar este río. Este río atraviesa Perú, Colombia y Brasil, por lo que se recomienda adecuar la ruta al viaje que hayas programado por estos países.
El Amazonas es un río muy transitado por los habitantes de la zona, que lo usan para desplazarse entre las distintas poblaciones, pero la presencia de turistas es prácticamente anecdótica, por lo que surcarlo en un barco de carga con una parte abierta a pasajeros supone una experiencia de inmersión cultural enorme. Eso sí, olvida las grandes comodidades y equípate con una hamaca, la necesitarás en estos barcos si no quieres dormir en el suelo.
Australia en furgoneta, conduciendo por las antípodas
Australia es un país inmenso que ofrece de todo: grandes ciudades, playas maravillosas, fauna increíble, desiertos y un larguísimo etcétera. Por eso, recorrerlo entero en un solo viaje es prácticamente imposible, a no ser que le dediques muchos meses. Descubre qué ver en Australia con Heymondo
El encanto de recorrer parte del país en furgoneta reside en la libertad que ofrece este país y disfrutar de sus espacios naturales. Lo mejor para que tu ruta viajera sea perfecta, es que elijas con cuidado la parte del país que quieres recorrer en función de tus gustos y de lo que la zona ofrezca. Por lo demás, sólo necesitas tiempo, buena música y muchas ganas de pasarlo bien en el país Aussie, eso sí recuerda hacerlo siguiendo nuestros consejos de turismo sostenible.
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