Travelling to live es un blog de viajes donde conocer sitios de cualquier parte del mundo, desde lo más turístico hasta zonas a las que no llegan la mayoría de viajeros. Además, cuenta con muchos consejos para viajar como mochilero, demostrando que no hace falta un presupuesto elevado para viajar a tu destino soñado.  

Dicen que viajar es una de las pocas cosas en las que gastas dinero y te vuelves más rico. Y es tan cierto!! Pero también se vuelve una adicción, cuanto más viajas, más quieres viajar. Y así empezó mi locura de viajar sin billete de vuelta.  

Cómo empecé a viajar  

Desde muy pequeña he tenido la suerte de poder viajar con mi familia, aunque la realidad es que  muchos de esos viajes apenas los recuerdo. Pero entonces empecé a jugar a ajedrez y empecé a ir a campeonatos estatales y europeos, pudiendo conocer muchas ciudades, sobre todo de España. Es cierto que durante los torneos no tenía tiempo de hacer turismo, pero casi siempre había algún día o mañana libre que aprovechaba para dar un paseo por la ciudad donde jugara. 

Pero eso no fue lo que más me llamó la atención. Lo que más recuerdo y, sin ninguna duda, lo  mejor que me ha dado el ajedrez, es toda la gente que he conocido. Viajar no significa solo visitar  un lugar, es conocer a la gente de ese país/ciudad; pero también conocer a muchos otros viajaros.  Y eso hacía en los torneos! Conocía a gente de todo el mundo: de diferentes partes de España,  pero también indonesios, indios, lituanos, griegos…  

En ese momento no era muy consciente de lo que esa experiencia estaba generando en mí, pero  poco a poco empecé a viajar más. En verano ya no quería irme una semana a un hotel con piscina con mi familia, quería que me llevaran a descubrir el mundo. Y así empecé a viajar. En  Navidad, verano, puentes… siempre que podía!  

Y con 15 años cogí mi primero vuelo completamente sola. Es cierto que no fue un viaje sola como  tal (iba a casa de una amiga en Mallorca), pero sentí esa libertad que todo viajero siente cuando  se sube un avión y empieza un viaje.  

Por qué decidí irme sin billete de vuelta  

interrail por europa

Años después llegó uno de los momentos más decisivos en mi vida viajera. Estaba cursando  segundo de bachillerato; muy agobiada y cansada. Pero de repente, una amiga dijo: ¡Vámonos de Interrail! Y eso hicimos. Nos pasamos varios meses organizando el viaje, seleccionando ciudades,  pensando en cómo podíamos hacer el viaje con el presupuesto que teníamos… Fueron 22 días de un viaje que jamás olvidaré. Además de conocer muchísimos sitios, conocimos a gente increíble, gente que vivía viajando, gente que había conocido tantísimos sitios del mundo que yo dije: quiero eso, quiero esa vida.  

Aún así, me daba un poco de miedo el riesgo así que, en septiembre, empecé la Universidad. Pero eso no hizo que dejara de viajar. Cada fiesta, cada fin de exámenes, siempre que podía, miraba dónde había vuelos baratos y allí me iba. Sola, con amigos, con la pareja, en familia… ¡como fuera!  

La carrera fue bastante dura. Sacarse una carrera de ciencias mientras trabajas para poder pagar  los viajes nunca es fácil. Así que, a mediados de tercero más o menos, decidí que, cuando acabara la carrera, me quería ir de viaje una larga temporada; lo que me diera el dinero. Sabía que hacer un máster era meterse de lleno en la vida “normal” y empezar a trabajar de verdad,  haciendo mucho más difícil cumplir ese sueño. Ya no tendría tantos días de vacaciones, mis viajes tendría que limitarse a X días; así que pensé, ahora o nunca.  

Cómo me sentí al hacerlo  

Al tomar la decisión me sentí feliz. Era lo que quería y sabía que iba a ser una experiencia increíble. La verdad es que nunca he tenido miedo de viajar; mi único miedo era no querer volver.  

En ese momento no sabía si me iba a ir sola o con mi pareja, pero sabía que yo tenía que hacerlo  así que lo haría fuera como fuera. Después de varios meses hablándolo, él decidió venirse conmigo, así que, ¿qué más podía pedir? Iba a cumplir mi sueño y con la persona que más  quería!  

Por qué el sudeste asiático  

El sudeste asiático es, sin ninguna duda, el mejor sitio para viajar como mochilero. Precios muy económicos, paisajes de otro mundo, comida deliciosa y gente realmente amable y acogedora.  

La verdad es que el destino lo tuvimos claro desde el primer momento. Puede sonar muy típico o  que todos hacemos lo mismo, pero es que realmente es el mejor sitio para viajar una larga temporada con un presupuesto ajustado. Los países son fáciles de viajar y, en la mayoría, hay  pocos requisitos para poder entrar (no hace falta visado con antelación), por lo que puedes ir improvisando o modificando el itinerario sobre la marcha.  

Además de los requisitos de entrada, también es muy fácil viajar por el sudeste asiático en el sentido de que no hace falta reservar nada con antelación. Es cierto que nosotros el primer mes  llevamos los alojamientos reservados por Booking, pero después íbamos sobre la marcha. En algunos casos reservábamos la primera noche y luego negociábamos con los alojamientos, pero en muchos otros casos ni siquiera eso; echábamos un ojo a los precios online y luego íbamos a varios alojamientos para verlos en persona y escoger el que más nos gustara. Esa libertad y facilidad de poder escoger dónde vas a dormir esa noche sin antelación es increíble. En Europa, sobre todo en verano, es prácticamente imposible viajar así; los alojamientos se llenan o tienen los precios por las nubes.  

Otro de los motivos principales para escoger el sudeste asiático, en comparación con otros  destinos con precios similares como Sudamérica, es su seguridad. Asia es muy segura; y eso  cuando llevas un presupuesto ajustado se agradece mucho. Por ejemplo, en Tailandia, íbamos a  la playa, nos íbamos a hacer snorkel, y mi cámara, móvil, cartera… se quedaban en la orilla con  las toallas y, cuando volvíamos al cabo de una hora, dos horas, lo que fuera; siempre estaba todo allí. De hecho, los tailandeses cuando van al supermercado a comprar algo rápido (como sería ir a comprar el pan en España por ejemplo), dejan la moto arrancada con la llave puesta. ¿Os imagináis eso en España? La moto no duraría ni 20 segundos! Así que claramente, la seguridad es otro de los grandes motivos que nos llevaron al sudeste asiático.  

Bueno, y no voy a mentiros, el tiempo. ¿Sol y playa todo el año? No hay tanto sitios en los que  vivan en un eterno verano! Aunque tengo que reconocer que al cabo de unos meses ya no tiene tanta gracia. Pero poder ir a playas paradisíacas en pleno diciembre, para mí, es motivo más que de sobras para escoger el sudeste asiático como destino.  

Ruta por el sudeste asiático  

Claramente, una de las cosas más difíciles de escoger en cualquier viajes es la ruta. Aunque viajábamos sin billete de vuelta, éramos conscientes de que no iba a ser para siempre, así que escoger qué sitios queríamos ver era complicado. Yo tenía una lista enorme de lugares que ver en cada uno de los países del sudeste asiático; pero si una cosa teníamos clara, es que no queremos viajar con prisas.  

Nosotros estuvimos 7 meses viajando por el sudeste asiático, tiempo en el que podríamos haber visto muchos sitios. Pero eso no era lo que queríamos. Queríamos viajar despacio, conocer a fondo cada lugar y tener el tiempo de disfrutarlo. Así que fuimos yendo sobre la marcha,  quedándonos más días en los sitios que más nos gustaban; aunque eso implicara tener que dejar  de ver muchos otros países o ciudades increíbles.  

De hecho, eso fue lo que más me costó, saber que no podía verlo todo y conseguir relajarme y entender que no hacía falta. Volveré, y visitaré todos esos sitios que me faltaron, no hay prisa.  

Nuestra ruta fue muy ordenada, visitando los países por cercanía y facilidad de llegar a ellos en transporte público. Fue la forma que nos pareció más lógica, además de ahorrarnos el gasto de  los vuelos y transporte de los aeropuertos al centro de las ciudades.  

Singapur  

viajar a singapur

Nuestra ruta empezó en Singapur. ¿Por qué? Respuesta fácil. Porque era donde había vuelos  más baratos desde Europa (vuelo directo Berlín – Singapur por 180€). Pero Singapur no es una ciudad especialmente barata, así que solo estuvimos 3 días por allí; tiempo suficiente para ver lo esencial del país. 

Tras nuestro primer contacto con el sudeste asiático y después de haber alucinado con los edificios de Singapur, empezaba la ruta de verdad; países con precios económicos y sin las comodidades de una ciudad como Singapur.  

Malasia  

Kuala Lumpur

Así que cogimos un bus Singapur – Melaka y estuvimos 23 días recorriendo la zona peninsular de Malasia. En este país nos quedaron muchísimos sitios pendientes; uno de los que tenía más ganas, las Islas Perhentian, pero era época de monzón en esa zona de Malasia, así que nos quedamos sin verlas.  

Pero recorrimos todo el oeste de Malasia, descubriendo ciudades increíbles y poco turísticas  como Ipoh, un sitio que me encantó y que recomiendo a cualquier viajero que vaya a Malasia.  

Sur de Tailandia  

Koh Mook,

Después de unos días increíbles de nuestro primer contacto con la gente y los paisajes del sudeste asiático, seguimos nuestra ruta hacia Tailandia.  

Ya llevábamos casi un mes de viaje, nos merecíamos unos días de playa y relax, ¿no? Estuvimos  28 días recorriendo el sur de Tailandia, y la mayoría de ellos en islas o zonas de playa. Y sí, aunque fuimos a sitios típicos como Krabi, también visitamos islas muy poco conocidas como Koh  Mook.  

Esos días en el sur de Tailandia fueron muy especiales para mí, sobre todo porque fue la primera vez en mi vida que hice snorkel. ¿Qué os parece estrenarse con el snorkel en Koh Lipe? La verdad es que dejó el listón bastante alto.  

Camboya  

Angkor Wat

Después de un mes increíble en Tailandia nos tocaba escoger el siguiente país. Dudamos mucho entre Myanmar y Camboya, pero moverse por el sur de Myanmar parecía complicado y lento, así que decidimos irnos a Camboya; donde estuvimos 16 días recorriendo el país.  

Camboya nos dejó un sabor un poco agridulce. Angkor Wat nos pareció espectacular, uno de los sitios más increíbles que hemos visto nunca; pero, en algunos sitios, sentimos que eran demasiado insistentes intentando venderte lo que fuera. Todo el sudeste asiático son países pobres e intentan sacarle el máximo dinero al turista pero, en Camboya, nos pareció exagerado hasta el punto de ser bastante molesto y no poder disfrutar tanto del país.  

Además, nos quedamos con muchas ganas de ir a las islas Koh Rong, pero los alojamientos eran carísimos! 

Sur de Vietnam  

Vietnam

Vietnam era uno de los países del los que tenía las expectativas más altas y las superó con creces! Y eso que solo estuvimos en el sur, y algo del centro; y teóricamente lo más bonito está en  el norte.  

¿Y por qué fuimos solo al sur? Básicamente porque desde Camboya era lo más fácil y, en Vietnam, los españoles solo podemos estar 15 días sin visado, así que no podíamos verlo todo. Nuestra idea era ver el sur en esos días y, más adelante en el viaje, volver a Vietnam con el visado de un mes y visitar solo el norte. Pero al final con el covid no nos dio tiempo de volver.  

Vietnam nos encantó. Es excesivamente barato y la gente es muy muy amable y acogedora. Pasamos allí tanto Navidad como fin de año y, en el alojamiento que nos quedamos en fin de año, la dueña nos invitó a todos los del hostal a comer.  

Norte de Tailandia  

Chiang Rai

Nuestra idea inicial después de visitar el sur de Vietnam era irnos hacia Laos, y recorrerlo de sur a  norte. Pero preguntando por el transporte para llegar a Laos todos nos decían que eran muchísimas horas y que no nos lo recomendaban para nada. Así que después de mucho preguntar y valorar nuestras opciones, decidimos irnos en avión. Pero los vuelos a Laos eran  carísimos, así que volvimos a Tailandia, esta vez al norte.  

Estuvimos 29 días recorriendo el norte del país, estando completamente solos en sitios increíbles. Sin ninguna duda, el norte de Tailandia se convirtió en unos de mis sitios preferidos del sudeste asiático! Eso sí, que sea poco turístico tiene su riesgo. A la hora de comer, evidentemente, son sitios locales y, por lo tanto, la carta solo está en tailandés. Así que pedías sin saber lo que te iban a traer, señalando como podías. Y más de una vez te tocaba picante, muy picante. 

Y sí, no podía traducir la carta a español/inglés porque siempre viajo sin Internet en el móvil, siento que pierde mucha gracia. Me gusta perderme, me gusta preguntar a locales para descubrir sitios diferentes, me gusta probar la comida sin saber lo que es, me gusta la aventura.  

Laos  

Laos

Laos fue uno de los pocos países donde sí organizamos más o menos la ruta e intentamos ceñirnos al número de días. Nos parecía un país más difícil de llegar y creímos que valía la pena exprimir bien los días de visado. Aún así, por culpa de eso, me quedé con muchísimas ganas de pasar más tiempo en el norte, así que al final tendré que volver. ¡Qué pena! 

Recorrimos el país de norte a sur en 28 días, descubriendo todos los sitios esenciales que ver en Laos. Y tengo que reconocer que, a pesar de las largas horas de bus para llegar a cualquier sitio, Laos es un destinazo! 100% recomendable a cualquier viajero que vaya al sudeste asiático. 

Tailandia  

Koh Tao

Una vez en el sur de Laos nos quedaban pocas opciones de hacia dónde ir. Podríamos haber vuelto a Vietnam y recorrer el norte, pero eso implicaba hacer el trayecto inverso del que nos  habían dicho claramente que no nos recomendaban cuando estuvimos en Vietnam. Así que la única opción que nos quedaba por tierra era volver a Tailandia. Pero no fue muy grave, nos encantó Tailandia, volveríamos las veces que hiciera falta!  

Aprovechamos para ver algunos sitios que nos habían quedado pendientes, como Ayutthaya, y volvimos al sur, a descubrir el increíble Golfo de Tailandia. ¡Allí tuvimos la suerte de poder nadar con tortugas y tiburones! Una experiencia única.  

Pandemia en el sudeste asiático  

Y entonces el covid se empezó a poner más serio en Europa. Teóricamente mi pareja volvía a mediados de marzo a España a trabajar y yo me iba a seguir mi viaje a Australia. Pero las cosas se complicaron en Europa y le cancelaron el vuelo, así que tuvimos que decidir que hacer. Yo seguía teniendo la idea de irme a Australia, pero hablando con gente de Couchsurfing todos me decían que tal como estaba la cosa no iban a acoger a nadie. Y no podía viajar por Australia pagando albergues/hostales, se me iba totalmente de presupuesto.  

Así que decidimos instalarnos en Koh Samui durante un mes para intentar decidir qué íbamos a hacer. Escogimos Koh Samui porque era la única isla con aeropuerto y la que ofrecía más servicios para vivir (ej. grandes supermercados).  

La verdad es que en Tailandia estábamos genial. Aunque había restricciones de movilidad (no  podías cambiar de provincia) y medidas de seguridad (mascarilla en sitios cerrados, gel y temperatura en cualquier sitio…), en Koh Samui no había ni un solo caso de covid. Así que mejor que allí no estábamos en ningún sitio. Pero la cosa pintaba para largo y nuestro presupuesto no era eterno; aunque lo peor, era la inseguridad.  

Teóricamente, en Tailandia, como turista se puede estar un mes sin visado, dos meses pidiendo (y pagando) la extensión en la embajada o consulado. Pero, ¿y después qué? Si teníamos que irnos  pero los países colindantes había cerrado fronteras, ¿qué podíamos hacer?  

Allí estuvimos todo abril esperando a ver cómo evolucionaban las cosas y, tras ver que no  mejoraban, sino todo lo contrario, el 1 de mayo decidimos volver a España y dar por acabado (al  menos durante una temporada) nuestro viaje por el sudeste asiático.  

Mis sitios preferidos  

El sudeste asiático es espectacular, y elegir es muy complicado. Pero sí hay rincones que me  parecieron espectaculares, ya fuera porque no me lo esperaba, por su tranquilidad, por sus paisajes… Así que a continuación os dejo una lista de mis ciudad o sitio preferido en cada país, o en cada visita al país en los que estuvimos más de una vez (Tailandia). 

Ipoh, Malasia. Si tengo que destacar un sitio de ese precioso país ese es Ipoh. Es una ciudad  muy poco conocida y que se saltan la mayoría de turistas. Pero a mí me enamoró completamente! Está rodeado de las montañas kársticas típicas del sudeste asiático y tiene unos templos y cuevas realmente alucinantes.  

Koh Lipe, Tailandia. Caro y muy turístico, pero las playas y el coral de Koh Lipe son espectaculares. Fue mi primera vez haciendo snorkel pero aluciné: coral de colores súper vivos,  y un montón de peces. Además, las playas son el ejemplo perfecto de una playa paradísiaca.  

Angkor Wat, Camboya. Un sitio que tenía miedo de que me decepcionara porque llevaba las  expectativas muy altas, peor todo lo contrario! Las superó con creces. Y es que Angkor Wat no es solo el templo que se ve en las fotos, es un recinto enorme lleno de templos que se mezclan con los árboles y la naturaleza. Me dejó sin palabras.  

Da Lat, Vietnam. Aunque es muy poco conocido por los turistas internacionales, Da Lat me  pareció una ciudad preciosa, rodeada de unos paisajes increíbles. Además, sentí que era un  sitio en el que no me importaría nada vivir una temporada. Eso sí, llegar allí es lento y cansado  pero, personalmente, creo que vale mucho la pena.  

Mae Hong Son, Tailandia. El pueblecito del lago con los templos de fondo. Cuando buscaba  sitios que ver en el norte de Tailandia no encontraba mucha información más allá de lo típico (Chiang Mai, Chiang Rai y Pai), pero cuando descubrí este sitio dije: tengo que ir. Y me  encantó! A pesar de que es muy pequeño y se puede ver todo en un día, nosotros nos  quedamos casi 5 días; nos enamoró!  

Nong Khiaw, Laos. Después de tantos meses viajando y viendo sitios increíbles, a veces  cuesta que algo te sorprenda. Pero Nong Khiaw lo hizo. Justo cuando estábamos llegando al  pueblo con la minivan, mirando los paisajes por la ventana, ya se me puso la piel de gallina y  sentí esa emoción tan bonita que tienes cuando ves un sitio que te impresiona. Nong Khiaw es el culpable de que quiera volver a Laos.  

Koh Tao, Tailandia. Koh Tao es una de las islas más típicas de Tailandia pero es que es increíble. Playas alucinantes, nadar con tortugas y tiburones, atardeceres de película… ¿qué  más se puede pedir? Nosotros tuvimos la suerte de disfrutarla con poca gente por el covid, pero  aunque esté llena, creo que vale mucho la pena.  

Consejos para viajar al sudeste asiático  

Para mí viajar por el sudeste asiático fue muy fácil, me encantó. Pero, sobre todo si viajáis low  cost, tenéis que ser conscientes de que no existen todas las comodidades que tenemos en  Europa. Evidentemente, si pagáis más, iréis más cómodos en general; pero, por ejemplo, en Laos, da igual lo que pagues, las carreteras son las que son.  

Así que aquí van algunos consejos para viajar como mochilero por el sudeste asiático: 

Ten paciencia. Viajar por el sudeste asiático es increíble, pero es lento. Las carreteras y el  transporte en general es lento.  

No te agobies. A veces son un poco insistentes en cuanto a tours o intentar venderte cosas. Es  normal, necesitan dinero, pero no dejes que te agobien. Si no quieres algo, simplemente les  dices que no y te alejas. Si ven claro que no te interesa, te acabarán dejando en paz.  

Regatea. Si, por el contrario, sí te interesa el producto o servicio que te están ofreciendo,  siempre regatea. Los precios que te dicen suelen ser muchísimo más altos que el precio que  realmente cuesta.  

Lleva una cantimplora. Aunque el agua del grifo del sudeste asiático no es potable, sí os  recomiendo llevar una cantimplora, ya que muchos alojamientos tienen agua gratuita para los  huéspedes y muchos restaurantes la venden (ej. rellenar una botella o cantimplora vale 10  céntimos; comprar una botella 50 céntimos).  

Usa el transporte público. Aunque evidentemente, no es lo más cómodo, ¿qué mejor forma  hay de conocer un país y a su gente que haciendo lo mismo que ellos? Sube a sus autobuses,  no pagues por un taxi, y descubre como es la vida loca.  

Come en bares/restaurantes locales. Evidentemente, si vais mucho tiempo, es normal que de  vez en cuando os apetezca una pizza o una hamburguesa, pero la comida del sudeste asiático  es increíble. Muy sabrosa y barata. Y os aseguro que fuera del sudeste asiático no es nada fácil  encontrar esos saberos, así que aprovechad y comed comida local.  

Cumple los tiempos de estadía de los países. Hay muchos países que se pueden visitar sin  visado, o con un visado on arrival, que te permite estar X días en ese país. En algunos casos,  puedes ampliar el visado o pagar una multa por cada día que te pases. Mi recomendación, es  que intentes pasarte de esos días gratuitos (o de lo que pagas con el primer visado), sobre todo  si son países de fácil acceso como Tailandia. Cuando se acaben los días, ve a otro país, y ya  volverás a Tailandia en otra ocasión y volverás a tener esos días gratuitos.  

Infórmate. Si vas a cruzar fronteras por tierra, es posible que en muchos casos intenten  estafarte y decirte un precio del visado que no es. También es muy habitual que intente cobrarte  X dinero por hacerte la gestión. Infórmate en webs oficiales de cuál es el precio y no dejes que  te engañen.  

Ten confianza en ti mismo. Esta parte ya es más complicada y muy personal pero, relacionado con el punto anterior, cuando vayas a cruzar la frontera, es muy probable que intenten meterte miedo y asustarte diciéndote que o les pagas a ellos o no podrás pasar.  Nosotros insistimos en que no pagaríamos más y, después de tenernos un rato esperando y hablar con varias personas, conseguimos pasar. Muchas veces os dirán que el bus con el que veníais no os esperará. Mi experiencia es que sí, siempre nos esperaron o nos facilitaron otro transporte. Guarda siempre tu billete contigo para poder demostrar hasta donde tienes pagado el trayecto. Evidentemente, si prefieres no tener problemas, lo más fácil es pagar lo que te piden y ya.  

¡Y hasta aquí mi experiencia de viajar sin billete de vuelta por el sudeste asiático! En mi blog  Travelling to live, podéis encontrar muchísima más información sobre cada destino, tanto sobre qué ver y hacer en cada ciudad, como itinerarios y presupuestos del país o consejos concretos  para cada lugar.   

Espero que os haya gustado y os anime a vivir esta súper experiencia!

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