Esto que vamos a decir puede sonar a cliché, pero Madagascar es un destino único. Probablemente sea uno de los países más particulares que se pueden visitar, sobre todo en lo referente a fauna y flora.  Se trata de la isla más grande de África y la cuarta más grande del mundo. La isla se separó de la India y del continente africano hace millones de años, eso permitió que tuviera un desarrollo totalmente independiente. Este aislamiento ha provocado que Madagascar tenga una flora y fauna propia. El 80% de sus especies son endémicas de la isla. Esto incluye lémures, el fosa carnívoro o el baobab, su árbol más icónico. Hay muchas cosas interesantes que ver en Madagascar, ¿quieres conocerlas?

Madagascar es uno de los países menos desarrollados de África, algo que hace que viajar a través de él no sea fácil, ya que no cuenta con las infraestructuras turísticas de otros países. Sin embargo, todos los viajeros que lo han visitado coinciden en señalarlo como uno de sus países favoritos. La amabilidad de sus gentes, sus recursos naturales y su fauna particular, lo convierten en un destino ideal para los amantes de la naturaleza. 

Si eres un viajero con espíritu aventurero y puedes prescindir de las comodidades propias de los turistas, en Madagascar encontrarás un destino  cautivador que te regalará experiencias vitales únicas. Eso sí, tal y como recomienda el Ministerio de Asuntos Exteriores debes viajar siempre con un seguro de viaje con amplias coberturas médicas. Con nuestro seguro de viaje no tienes que preocuparte ya que la cobertura en asistencia médica de 10 millones de euros. Ahora sí, ¡empezamos con la ruta!

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¿Qué ver en Madagascar? Ruta en 15 días 

Madagascar es un país bastante extenso, con muchísimos lugares que visitar y con unas carreteras bastante precarias, que hacen que los desplazamientos sean lentos. Por todo esto, recomendamos un mínimo de 15 días para conocer el país. 

Para hacerte una idea de las infraestructuras del país, imagina una isla el doble de grande que Inglaterra con un 1% de sus carreteras. Como ves, hay muy pocas carreteras, eso impedirá hacer una ruta circular y nos obligará a tener que volver sobre nuestros pasos en varias ocasiones para movernos entre un punto y otro. 

Ruta por Madagascar

Día 1y 2: Antanaravio – Fianarantsoa 

Antanaravio (Anta para los locales) es la capital de Madagascar y, casi con total seguridad, el lugar donde aterrizaremos tras un vuelo internacional. 

A pesar de ser la capital del país, su aspecto no es el de una gran ciudad, sino la de un pueblo muy grande, de casas bajas y muchos habitantes. 

Aunque es una ciudad vibrante y llena de vida, no tiene muchos encantos más allá de la parte alta de la ciudad, donde se encuentra el Palacio de la Reina. Aun así, su herencia colonial francesa ha dejado varios hoteles y terrazas donde puedes tomar algo mientras disfrutas de la actividad de la ciudad. 

Tras unas horas empapándote de la esencia de la ciudad, toca irse al hotel a descansar, pues el día siguiente espera un viaje duro. 

El segundo día toca madrugar y dirigirse a la gare routiere de Antauna especie de estación de autobuses. Desde allí parten taxi-brousses (furgonetas de transporte público) a cualquier parte del país. 

En una de estas furgonetas comenzará el viaje a Fianarantsoa, las tierras altas del país, en un trayecto de unas 12 horas, donde la incomodidad se ve compensada por las maravillosas vistas. 

Día 3: Parque Nacional de Ranomafana  

Fianarantsoa es el pueblo que utilizaremos como base para ir al Parque Nacional de Ranomafana, que está a unos 60km.  

Este parque nacional ha sido hecho para preservar la vida de los lémures, especialmente el lémur mayor del bambú y el lémur dorado del bambú. 

Además de la cantidad de animales endémicos podrás ver, este parque nacional vale la pena por su increíble vegetación. 

Existen 3 rutas en este parque: una corta de dos horas, una en busca de los lémures de varias horas de duración y otra que se adentra en el parque, donde se pernocta y que dura un par de días. Para seguir nuestra ruta de 15 días, recomendamos la intermedia. 

Día 4: Ambalabao y la reserva de Anja  

Ambalabao es un pueblo con un pasado colonial que lo convierte en uno de los más bonitos que verás en todo Madagascar. Es muy agradable pasear por el pueblo, mezclarse con sus gentes y visitar el mercado del cebú, el evento más importante del pueblo. 

La reserva de Anja ha sido creada por la población local para evitar la deforestación. Es la reserva ideal para avisar el famoso lémur anillado. Pero Anja ofrece mucho más que lémures, en una ruta por la isla podrás ver lagos, tumbas sagradas y montañas con unas vistas particulares. 

Días 5 y 6: Ranohira y el Parque Nacional de Isalo 

Otra vez, tocará pasar un día de ruta viajando por las carreteras de Madagascar, esta vez desplazándonos hasta Ranohira. 

Ranohira es un pueblo muy pequeño, donde se conoce todo el mundo, pero muy turístico debido a que está pegado al Parque Nacional de Isalo. 

El Parque Nacional de Isalo es el parque más visitado del país, y no es para menos. En este parque puedes ver paisajes de todo tipo, parece que hayan mezclados varios terrenos en el mismo. Aquí podrás pasar por cañones, barrancos, cascadas, piscinas naturales, monumentos funerarios, bosques tropicales, y un larguísimo etc. Todo esto mientras sigues observando fauna endémica como lémures o camaleones. 

Viaje a Madagascar

Días 7 y 8: Anakao y Nosy Ve 

Trans tantos días caminando y viajando por el país, es hora de relajarse un poco. En Anakao encontrarás playas paradisiacas en la que los malgaches (habitantes de Madagascar) pasan el día faenando en sus pequeñas barcas. Estas playas son perfectas para desconectar y disfrutar del sol. 

La isla de Nosy Ve, situada a unos 2 kms de Anakao, era una isla habitada por piratas en la antigüedad. Hoy en día es el lugar perfecto para practicar snorkel y disfrutar de su arrecife de corral. 

Día 9: Vuelta a Fianarantsoa 

Toca volver a las zonas altas de Madagascar, por lo que toca otro día de carretera hasta llegar a Fianarantsoa, un pueblo que ya conocemos. 

Día 10: Tren a Manakara  

Conocido como “el tren de la selva”, la ruta entre Fianarantsoa y Manakara es una herencia del pasado colonial del país que no te puedes perder. Este recorrido hacia la parte este de Madagascar atraviesa campos de arroz, selva y antiguos puentes de madera, en una de las rutas en tren más bonitas del mundo. 

El recorrido puede durar hasta 18 horas, utilízalas para relajarte y disfrutar de las vistas. Vale mucho la pena. 

Manakara es un pueblo pesquero muy bonito que destaca por dos cosas: la vegetación verde y abundante y sus aguas infestadas de tiburones. Aprovecha lo que te queda de día (si te queda algo) para pasear por el pueblo, pero nunca para darte un baño. 

El tren de la selva de Madagascar
El tren de la selva de Madagascar. Fuente: Shutterstock

Días 11 y 12: Manakara y Antsibare 

Vuelta a la carretera. Esta vez tocan casi dos días de desplazamiento para llegar a Antsibare 

Antsibare es un pueblo colonial que los franceses utilizaban para desconectar del ajetreo del resto del país. También se conoce como el pueblo más frío a Madagascar, así que, si vas a pasear por él, lleva una chaqueta o algo de abrigo. 

Día 13: De Antsibare a Morondava por la Avenida de los Baobabs  

En tu trayecto desde Antsibare a Morondava, te encontrarás con una de las imágenes más típicas del país, que seguro que esperabas con ansia: su avenida de los Baobabs.  

El nombre de Avenida de los Baobabs le viene que ni pintado, pues eso es básicamente lo que es. Una planicie de unos 300 metros con pequeña vegetación de donde surgen unos baobabs gigantes. Un lugar único que, a pesar de las visitas que recibe, sigue conservando su esencia. 

Morondava es un pueblo de pescadores con grandes playas. Si llegas a tiempo podrás pasearte por ella y ver como los lugareños llegan con sus barcos después de faenar. 

Avenida de los Baobas en Madagascar
Avenida de los Baobas en Madagascar. Fuente: Shutterstock

Día 14: Parque Nacional de los Tsingy 

Este parque nacional es otro de los grandes atractivos del país. Está compuesto por formaciones rocosas, puntiagudas que forman un gran laberinto. 

Un trekking por este parque nacional es duro, pero vale mucho la pena. Eso sí, necesitarás hacerlo con guía, ya que es obligatorio y, de otra forma, te perderías seguro. 

Días 15 y 16: Vuelta a Tana (Antananarivo)

Toca volver a la carretera, esta vez para volver al lugar desde donde iniciamos el viaje por Madagascar. 

La distancia desde Tsingy es bastante grande, así que más vale dedicarle dos días para no perder el avión. Recuerda que los viajes por carretera en Madagascar pueden resultar muy largos, así que más vale ir con tiempo.

Antananarivo, Madagascar
Antananarivo, Madagascar. Fuente: Shutterstock

Lo que no puede faltar en tu maleta: el seguro de viaje 

Como ves, Madagascar es un país único que te regalará experiencias increíbles, Sin embargo, debes tener en cuenta que está poco desarrollado. Por eso, es muy recomendable viajar con un seguro de viaje que te cubra en caso de enfermedad o accidente. En Heymondo encontrarás un seguro de viaje adaptado al estilo de tu viaje. ¡Recorre Madagascar sin preocupaciones!

Recuerda que al contratar tu seguro de viaje con Heymondo podrás disfrutar de de todos los beneficios que ofrece nuestra App: asistencia al viajero 24 horas, chat médico y videoconsulta con el equipo médico de Heymondo. No lo dudes, somos tu mejor compañero de viaje, el que siempre está ahí cuando algo se sale de lo planeado. ¡Bienvenido a Heymondo!  

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