Tbilisi, también conocida en español como Tiflis, es la capital de Georgia y uno de los destinos emergentes más fascinantes para los viajeros que buscan aventura, cultura y paisajes únicos. Ubicada a orillas del río Kura, esta ciudad combina a la perfección su pasado legendario con la modernidad, ofreciendo una mezcla de arquitectura antigua, influencias orientales y occidentales, y una gran variedad de actividades por descubrir.
Según la tradición, Tbilisi fue fundada en el siglo V d.C. por el rey Vakhtang Gorgasali, quien, durante una cacería, encontró unas aguas termales capaces de cocer un faisán. Tan sorprendente hallazgo lo llevó a establecer en ese lugar una ciudad que pasó a llamarse «Tbilisi» (lugar cálido). Con el tiempo, Tbilisi se convirtió en un importante centro de comercio de la Ruta de la Seda, recibiendo la influencia de numerosos imperios: persa, árabe, mongol y ruso, entre otros.
El Reino de Georgia, fundado en 1008, alcanzó una Edad de Oro en los siglos XI y XII, pero las invasiones del siglo XIII iniciaron su declive y fragmentación. Aun así, su legado perdura en Tbilisi, donde la historia milenaria se entrelaza con la modernidad.
Hoy en día, Tbilisi continúa evolucionando sin perder su esencia multicultural. Sus antiguas iglesias ortodoxas coexisten con edificios de vanguardia, mientras que el carácter hospitalario de los georgianos y su legendaria gastronomía conquistan a cualquier visitante. Acompáñanos en este recorrido para descubrir qué ver en Tbilisi y vivir una experiencia inolvidable.
Índice
Consejos para viajar a Tbilisi
Antes de emprender tu viaje a Tbilisi, es fundamental conocer algunos consejos prácticos que harán tu experiencia más cómoda y enriquecedora.
Verifica los requisitos de entrada y visado.
Para los ciudadanos españoles, los viajes a Georgia resultan especialmente sencillos, ya que no necesitan visado para estancias turísticas. Es posible permanecer en el país sin visado por un período máximo de un año. Eso sí, conviene verificar que el pasaporte tenga una validez mínima de seis meses a partir de la fecha de entrada.
Familiarízate con la moneda local y medios de pago.
La moneda oficial es el lari georgiano (GEL). Al aterrizar, lo más práctico es cambiar euros a laris en el aeropuerto o en casas de cambio de la ciudad. Muchos restaurantes y hoteles aceptan tarjetas de crédito, pero en mercados, comercios pequeños o en el transporte público, el uso de efectivo sigue siendo muy común. Los cajeros automáticos son frecuentes, facilitando la retirada de efectivo en moneda local.
Infórmate sobre las opciones de transporte en la ciudad.
Tbilisi dispone de un sistema de metro moderno y asequible, ideal para recorrer las principales zonas turísticas. También existen autobuses y minibuses (conocidos localmente como marshrutkas), aunque pueden ser algo más lentos. Los taxis, por su parte, ofrecen precios razonables. Aun así, se recomienda acordar la tarifa antes de iniciar el trayecto si se toma uno en la calle. Las aplicaciones móviles como Yandex Go o Bolt son opciones seguras y con tarifas claras.
Sumérgete en la cultura y costumbres locales.
La Iglesia Ortodoxa Georgiana juega un papel fundamental en la cultura del país, manteniendo vivas las tradiciones religiosas y siendo eje de la identidad nacional. La hospitalidad georgiana es legendaria: es frecuente que los lugareños inviten a los turistas a probar su gastronomía o vino en un ambiente familiar y cálido.
Degusta el vino georgiano.
Georgia es considerada la cuna del vino, con una tradición vinícola de más de 6.000 años. Sus métodos de fermentación en tinajas de barro (qvevri) y sus uvas autóctonas (como Saperavi o Rkatsiteli) convierten al vino georgiano en un imprescindible de cualquier visita. No dejes pasar la oportunidad de catar estos vinos en bares especializados o durante una excursión a las regiones vinícolas cercanas.
Qué ver en Tbilisi
Tbilisi atesora un patrimonio histórico y cultural que se refleja en cada rincón de la ciudad. Si aún te preguntas qué ver en Tbilisi, a continuación te presentamos lugares imprescindibles que capturan la esencia de la capital georgiana:
Casco antiguo de Tbilisi
El casco antiguo de Tbilisi, también llamado «Ciudad Vieja», es el núcleo histórico de la capital. Sus calles empedradas, estrechas y serpenteantes, reflejan la evolución de la ciudad a través de los siglos. Pasear por este barrio es adentrarse en un laberinto de casas con balcones de madera tallada, mezquitas, sinagogas, iglesias ortodoxas y tiendas de artesanías que conviven en armonía. Esa fusión de estilos se debe a la posición estratégica de Georgia en la encrucijada de rutas comerciales, así como a las sucesivas dominaciones que marcaron su historia (persas, árabes, rusos, mongoles, otomanos).
Mientras recorres sus laberínticas calles, te toparás con bellas sorpresas a cada paso. Entre ellas, la Catedral de Sioni, una de las más veneradas de la ciudad, que combina la sencillez de la arquitectura georgiana con el esplendor de su interior sagrado. Asimismo, la Basílica de Anchiskhati, considerada la iglesia más antigua de Tbilisi, remonta sus orígenes al siglo VI y es un testimonio viviente del peso del cristianismo ortodoxo en la identidad nacional.
En el casco antiguo también encontrarás el Meidan Bazaar, un colorido espacio subterráneo donde se venden especias, vinos, dulces típicos como el churchkhela y multitud de recuerdos. La atmósfera bohemia que se respira en este barrio te invita a sentarte en alguno de sus cafés para observar la vida cotidiana de Tbilisi y disfrutar de la hospitalidad georgiana. No es casual que sea una zona muy fotografiada: sus balconadas y fachadas multicolores son perfectas para inmortalizar la esencia de la ciudad.
Fortaleza de Narikala
La Fortaleza de Narikala corona el centro histórico desde lo alto de una colina, ofreciendo unas vistas panorámicas impresionantes de toda la ciudad. Fundada en el siglo IV, esta ciudadela ha sido testigo de múltiples conquistas y remodelaciones a lo largo del tiempo. Durante siglos, Narikala protegió Tbilisi contra invasiones árabes, persas o mongolas, cambiando de manos con relativa frecuencia, lo que explica su mezcla de estilos arquitectónicos.
Para llegar a la fortaleza, puedes optar por un pintoresco viaje en teleférico, partiendo desde el Parque Rike, o bien ascender a pie por las empinadas calles del casco antiguo. Una vez en la cima, tendrás ante ti un excepcional mirador al río Kura, los tejados del casco histórico y los modernos edificios que contrastan con las zonas más tradicionales. Además, no dejes de acercarte a la estatua de la Madre Georgia (Kartlis Deda), símbolo de la ciudad: una mujer con una espada en la mano derecha para los enemigos y una copa de vino en la izquierda para los amigos, reflejando la mezcla de hospitalidad y coraje que caracteriza a los georgianos.
Entre los vestigios de sus murallas, aun se pueden distinguir restos de iglesias y construcciones defensivas. Aunque gran parte de la fortaleza se vio afectada por un fuerte terremoto en el siglo XIX, la atmósfera que se respira sigue siendo mágica, conectando el presente de Tbilisi con su pasado medieval.
Baños de azufre (aguas termales de Abanotubani)
El distrito de Abanotubani es célebre por sus baños de azufre, una de las postales más icónicas de Tbilisi. Cuenta la leyenda que fue precisamente la presencia de estas aguas termales lo que impulsó al rey Vakhtang Gorgasali a fundar la ciudad en el siglo V. La palabra «Tbilisi» deriva de «Tbilis», que significa «caliente» en georgiano, en alusión a la temperatura de estas aguas.
Estas construcciones, con cúpulas semiesféricas de ladrillo que afloran desde el suelo, evocan la influencia arquitectónica persa. Si bien funcionan como un lugar para la higiene y la relajación, los baños tienen un gran componente social. A lo largo de la historia, han servido como punto de encuentro, donde los habitantes de Tbilisi conversaban de política, cultura o negocios mientras disfrutaban de los beneficios de las aguas sulfurosas.
Algunos de los baños están abiertos al público para sesiones privadas o compartidas, con la posibilidad de añadir masajes tradicionales o exfoliaciones. Si deseas una experiencia auténtica, no dudes en reservar un baño privado: sumergirte en la piscina de agua caliente bajo las antiguas cúpulas ofrece una sensación de tranquilidad única. Además, en torno a Abanotubani encontrarás restaurantes y cafés donde continuar la experiencia gastronómica, probando platos típicos como el khinkali o el khachapuri.
Puente de la Paz
El Puente de la Paz, inaugurado en 2010, es uno de los mejores ejemplos de la Tbilisi moderna. Con diseño del arquitecto italiano Michele De Lucchi y un elaborado sistema de iluminación LED del francés Philippe Martinaud, esta pasarela peatonal de acero y vidrio conecta el casco antiguo con el Parque Rike. Su estética futurista destaca en contraste con los edificios históricos que lo rodean, convirtiéndolo en un lugar perfecto para tomar fotos, especialmente al atardecer.
Al cruzar el puente, se aprecian unas hermosas vistas del río Kura y de la arquitectura de la ciudad. Por la noche, su estructura se ilumina con miles de luces LED que forman patrones dinámicos que simbolizan la paz y la convivencia pacífica entre culturas e ideas. Además, desde el Puente de la Paz parten tours en barco por el Kura, permitiendo ver el perfil urbano de Tbilisi desde otra perspectiva.
Parque Mtatsminda
Situado en la colina más alta de la ciudad, el Parque Mtatsminda es un parque de atracciones que promete diversión para todas las edades. Existen dos formas principales de llegar: en taxi o tomando el funicular que parte desde las inmediaciones de la Avenida Rustaveli. Este último es toda una experiencia, ya que asciende la empinada ladera brindando unas vistas excelentes de la ciudad.
El parque comenzó a desarrollarse en la época soviética, pero fue modernizado en el siglo XXI. Ahora cuenta con numerosas atracciones, como una noria gigante, montañas rusas, zonas de juegos infantiles, restaurantes y cafeterías. Desde la parte más alta de Mtatsminda, la panorámica de Tbilisi es sencillamente espectacular: se divisan el río Kura, la Fortaleza de Narikala, la Catedral de la Santísima Trinidad y los barrios más nuevos de la urbe.
Además de las atracciones, Mtatsminda es un lugar muy apreciado por las familias georgianas para pasear y organizar picnics, especialmente durante los fines de semana. La combinación de ocio, naturaleza y vistas convierten a este parque en una visita obligada, ideal para quienes deseen contemplar Tbilisi en todo su esplendor.
Avenida Rustaveli
La Avenida Rustaveli es la arteria principal de Tbilisi y uno de sus ejes culturales y políticos más relevantes, sin duda un lugar que ver en Tbilisi. Su trazado se remonta a mediados del siglo XIX, cuando la ciudad empezaba a expandirse fuera de las murallas de la fortaleza. Conecta la Plaza de la Libertad con el Parque Rustaveli, flanqueada por elegantes edificios, museos, teatros, tiendas y restaurantes.
Al pasear por Rustaveli, reconocerás varios de los lugares más destacados de la ciudad: el Parlamento de Georgia, el Teatro Nacional de Ópera y Ballet (con una llamativa fachada de estilo morisco), el Teatro Académico Estatal Rustaveli y la Academia de Ciencias. Sus aceras anchas, adornadas con árboles, invitan a una caminata tranquila. Además, suele haber puestos de flores y artistas callejeros que dan un toque dinámico al entorno.
Rustaveli también ha sido escenario de numerosos acontecimientos históricos: protestas políticas, celebraciones nacionales y el desarrollo de la vida cultural georgiana. Parar a tomar un café en alguno de sus establecimientos permite observar el día a día de la ciudad: funcionarios yendo a trabajar, jóvenes asistiendo a las universidades y turistas que exploran los secretos de Tbilisi.
Plaza de la Libertad
Ubicada al final de la Avenida Rustaveli, la Plaza de la Libertad es un lugar emblemático en el que convergen la historia y la modernidad de Tbilisi. En el centro se alza el Monumento a la Libertad, una columna de granito coronada por la escultura dorada de San Jorge matando al dragón, símbolo de la liberación y el coraje. Esta zona ha sido testigo de eventos cruciales en la vida política de Georgia, incluyendo las protestas por la independencia de la Unión Soviética y la Revolución de las Rosas en 2003.
El entorno de la plaza combina edificios históricos, como el Ayuntamiento de Tbilisi, con otros más modernos que alojan hoteles y oficinas. Su localización estratégica la convierte en un punto de encuentro habitual para manifestaciones culturales, celebraciones patrióticas y reuniones sociales. Visitarla es esencial para comprender la importancia simbólica que tiene la libertad y la identidad nacional en el corazón de los georgianos.
Río Kura
El río Kura serpentea a lo largo de la ciudad, dividiéndola en dos grandes áreas y dotándola de un paisaje singular. Históricamente, el río ha sido vital para el desarrollo económico de Tbilisi, facilitando el comercio y el riego de las tierras circundantes.
A lo largo de la ribera del Kura encontrarás parques, paseos peatonales y miradores desde donde contemplar el discurrir del agua y la arquitectura de la ciudad. Es particularmente agradable dar un paseo en barco durante las tardes de verano para admirar los puentes más representativos de Tbilisi, como el Puente Metekhi o el Puente Baratashvili, así como contemplar el reflejo de las luces nocturnas en el cauce.
Museo Nacional de Georgia
El Museo Nacional de Georgia es algo que ver en Tbilisi si eres amante de la historia, la arqueología y la cultura. Se trata de un complejo de gran importancia, ya que reúne diferentes exposiciones relacionadas estas temáticas. Una de sus sedes principales se encuentra en la Avenida Rustaveli. Destaca por su colección de más de cuatro millones de objetos, entre los que se incluyen hallazgos arqueológicos únicos de la época prehistórica y de la antigua civilización de Cólquida (famosa por la leyenda del Vellocino de Oro).
En sus salas, los visitantes pueden contemplar piezas de orfebrería en oro y plata, iconos religiosos, mapas antiguos, obras de arte del periodo soviético y exposiciones temporales que recorren la historia georgiana desde la Edad de Bronce hasta el siglo XX. Entre las joyas más conocidas está el Tesoro de Colchis, con elaboradas joyas que muestran el alto nivel de destreza artesanal de la región en la antigüedad.
Para quienes deseen profundizar en la identidad nacional de Georgia, este museo es una parada obligatoria. Ofrece una visión panorámica de la compleja herencia cultural del país y permite comprender mejor sus influencias externas e internas, fruto de haber sido puente entre Europa y Asia durante siglos.
Torre del Reloj
En el corazón del centro histórico se encuentra la pintoresca Torre del Reloj, un singular edificio anexo al Teatro de Marionetas Rezo Gabriadze. La torre se caracteriza por su inclinación y su aspecto de cuento de hadas, con detalles arquitectónicos que recuerdan a la estética medieval. A ciertas horas del día (generalmente al mediodía y a las 19:00), una pequeña puerta se abre en la parte superior y aparece un «ángel» que golpea una campana, ofreciendo un breve espectáculo muy apreciado por los turistas.
La torre fue construida por el célebre guionista y titiritero Rezo Gabriadze, quien fundó el teatro de marionetas adyacente. Con el tiempo, la Torre del Reloj se ha convertido en un icono fotográfico de Tbilisi, reflejo de la creatividad y el espíritu artístico de la ciudad. Dado que está cerca de numerosos cafés y restaurantes, puedes aprovechar para disfrutar de un aperitivo mientras esperas el espectáculo del reloj.
Crónicas de Georgia
Las Crónicas de Georgia, también conocidas como el «Stonehenge georgiano», es un monumento que se alza en la colina de Keeni, cerca del embalse del lago Tbilisi. Diseñado por el escultor Zurab Tsereteli en 1985, continúa en construcción intermitente. Sus enormes pilares de bronce y piedra, de más de 30 metros de altura, están decorados con relieves que narran episodios clave de la historia de Georgia, desde reyes y reinas medievales hasta escenas religiosas relacionadas con la cristianización del país.
Junto a los relieves, hay una iglesia dedicada a Santa Nino, la santa que llevó el cristianismo a Georgia en el siglo IV. Las Crónicas de Georgia resultan impactantes por su majestuosidad y por las vistas que ofrecen del lago Tbilisi y sus alrededores. Para llegar, puedes tomar un taxi o un autobús local.
Mejor época para visitar Tbilisi
Ubicada en la encrucijada de Europa y Asia, Tbilisi presenta un clima continental con inviernos fríos y veranos calurosos. Elegir la época ideal para visitarla dependerá de tus preferencias climáticas y de la cantidad de turistas. Ahora bien, también es fundamental saber qué ver en Tbilisi en cada estación, ya que la ciudad se transforma y ofrece experiencias únicas durante todo el año.
Invierno (diciembre-febrero)
Las temperaturas pueden descender bajo cero, especialmente por la noche, y es posible que veas algo de nieve. Aunque no es la temporada más popular para el turismo, Tbilisi conserva un encanto especial en invierno. Si te gusta el ambiente navideño y no te importan las bajas temperaturas, encontrarás menos aglomeraciones y precios de alojamiento más asequibles. Además, las estaciones de esquí cercanas (como Gudauri) permiten combinar la visita cultural con deportes de nieve.
Primavera (marzo-mayo)
Con la llegada de la primavera, la ciudad se llena de color y las temperaturas comienzan a ser más suaves, generalmente entre 10°C y 20°C. Eso sí, es uno de los periodos más lluviosos, sobre todo en mayo. Aun así, los chaparrones tienden a ser intermitentes, dejando tiempo de sobra para pasear por el casco antiguo o el Parque Rike. La floración del entorno y los eventos culturales, como el Festival de Jazz de Tiflis, hacen de la primavera una época muy interesante para visitar.
Verano (junio-agosto)
El verano en Tbilisi puede ser caluroso, superando los 30°C en las horas centrales del día. Es la temporada alta de turismo, por lo que los lugares más emblemáticos pueden estar más concurridos y los precios, ligeramente más altos. Sin embargo, las noches de verano son agradables, y la ciudad se llena de actividad: festivales, terrazas, eventos al aire libre, etc. También es el momento ideal para excursiones a regiones como Kakheti, donde se lleva a cabo la vendimia avanzada, o a las montañas del Cáucaso para quienes busquen algo de frescor.
Otoño (septiembre-noviembre)
El otoño es considerado por muchos la mejor época para visitar Tbilisi. El clima se mantiene suave, con temperaturas entre 15°C y 25°C, y el paisaje adquiere tonalidades ocres y doradas. Octubre es especial por Tbilisoba, el festival de la cosecha y la vendimia, una celebración popular con música, bailes tradicionales y catas de vino. Además, las calles están menos abarrotadas que en verano, ofreciendo un ambiente más relajado para explorar la ciudad.
En resumen, cualquier momento puede ser bueno para conocer Tbilisi, aunque la primavera y el otoño destacan por sus temperaturas agradables y eventos culturales de interés.
¿Qué hacer en Tbilisi en 3 días?
Si te preguntas qué ver en Tbilisi en poco tiempo, este itinerario de tres días te permitirá captar la esencia de la ciudad, combinando historia, cultura, gastronomía y naturaleza.
Qué ver en Tbilisi: día 1
- Mañana. Empieza explorando el casco antiguo, paseando por sus calles adoquinadas y admirando los balcones de madera tallada. Visita la Basílica de Anchiskhati y la Catedral de Sioni para impregnarte de la tradición ortodoxa georgiana.
- Mediodía. Dirígete a los baños de azufre de Abanotubani. Nada mejor que relajarse en sus aguas termales y, si lo deseas, reservar un masaje tradicional que complemente la experiencia.
- Tarde. Asciende a la Fortaleza de Narikala en teleférico para disfrutar de las vistas panorámicas de Tbilisi y contempla de cerca la estatua de la Madre Georgia.
- Noche. Termina el día cenando en un restaurante típico. Prueba los khinkali y el khachapuri, maridados con un buen vino georgiano.
Qué ver en Tbilisi: día 2
- Mañana. Recorre la Avenida Rustaveli, eje principal de la ciudad. Observa edificios icónicos como el Parlamento, el Teatro de Ópera y Ballet y el Teatro Rustaveli.
- Mediodía. Haz una parada en el Museo Nacional de Georgia para conocer en profundidad la historia del país. No te pierdas el Tesoro de Colchis, con exquisitas joyas arqueológicas.
- Tarde. Dirígete a la Plaza de la Libertad, corazón político y simbólico de Tbilisi. Contempla la columna con la estatua de San Jorge y pasea por sus alrededores.
- Noche. Aprovecha para caminar junto al río Kura, disfrutando de las vistas y de la iluminación nocturna de la ciudad.
Qué ver en Tbilisi: día 3
- Mañana. Sube al Parque Mtatsminda en funicular para admirar Tbilisi desde las alturas y pasar un rato entretenido en sus atracciones.
- Mediodía. Desciende y acércate al Parque Rike, desde donde podrás cruzar el Puente de la Paz. Ambos lugares destacan por su arquitectura contemporánea y sus espacios verdes.
- Tarde. Haz una excursión a las Crónicas de Georgia, un monumento monumental que narra la historia de la nación con enormes relieves.
- Noche. Regresa a Tbilisi para despedirte de su gastronomía probando dulces típicos como la churchkhela y disfrutando de la animada vida nocturna en alguno de sus bares o locales de música en vivo.
Este plan de tres días te permitirá explorar tanto la faceta histórica de Tbilisi como su lado más moderno, disfrutando a la vez de su exquisita gastronomía y hospitalidad.
¿Es seguro viajar a Tbilisi?
Tbilisi es considerada, en términos generales, una ciudad segura. Su bajo índice de criminalidad y la presencia policial contribuyen a que tanto residentes como visitantes se sientan tranquilos. No obstante, como en cualquier urbe turística, conviene tomar ciertas precauciones para evitar contratiempos.
Niveles de seguridad y precauciones
Aunque los delitos violentos son poco comunes, en zonas muy turísticas o con grandes aglomeraciones (mercados, transporte público en horas pico) pueden darse hurtos de carteras o bolsos. Por ello, es muy importante que mantengas tus pertenencias a la vista y te asegures de no mostrar objetos de gran valor en lugares concurridos.
Barrios como Vake y Saburtalo se consideran especialmente tranquilos, de perfil residencial y con bajos índices de criminalidad. En la zona del centro histórico y Avlabari, céntrica y turística, también puedes moverte con confianza, siempre que mantengas la cautela habitual, sobre todo por la noche.
Algunos taxistas pueden aprovecharse de los visitantes cobrando tarifas elevadas. Para evitarlo, utiliza aplicaciones como Bolt o Yandex Taxi, o bien acuerda el precio antes de subir al vehículo. También hay que tener cuidado con quienes ofrecen ayuda espontánea y luego exigen compensación.
Seguridad sanitaria y asistencia médica
En Tbilisi, el agua del grifo suele considerarse apta para beber, pero si eres sensible o prefieres extremar la cautela, es preferible consumir agua embotellada.
La ciudad cuenta con hospitales y clínicas privadas de buen nivel. Se recomienda disponer de un seguro de viaje que cubra imprevistos médicos, incluyendo pruebas diagnósticas y hospitalizaciones.
No se requieren vacunas obligatorias para entrar a Georgia, pero conviene tener al día las vacunas de rutina (tétanos, difteria, hepatitis A, etc.).
Transporte y precauciones al moverse
El metro es eficiente y seguro. Los autobuses y minibuses también son populares, aunque más concurridos.
Los conductores en Tbilisi pueden ser algo imprudentes, por lo que hay que estar atento al cruzar calles. Mejor utilizar pasos de peatones y tener paciencia ante el tráfico intenso en horas punta.
Con sentido común y precauciones básicas, tu estancia en Tbilisi será placentera y segura.
Descubre Tbilisi asegurado con Heymondo
Georgia es, sin duda, la «Joya del Cáucaso»: una tierra que reúne naturaleza deslumbrante, vestigios históricos y una herencia cultural única. Su capital, Tbilisi, te cautivará con la armonía entre las antiguas fortificaciones, los modernos puentes de cristal y la calidez de su gente. Explorar sus calles empedradas, relajarse en los baños de azufre y saborear el vino georgiano son solo algunas de las experiencias inolvidables que esta ciudad ofrece. Sin embargo, para disfrutar con total tranquilidad de todas estas maravillas, es esencial contar con un buen seguro de viaje.
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