Tomás Garcia, autor del blog ‘Viajero Crónico’, cuenta experiencias, anécdotas y consejos sobre los más de 50 países que ha visitado alrededor del mundo.

Coloridas casas con entramados de madera, coquetos pueblos sacados de un cuento, ruinas de castillos en altas colinas o una rica gastronomía son algunas de las atracciones de una ruta por la región de Alsacia, una de las regiones más encantadoras de Francia.

Los primeros pasos en la región enamoran al más escéptico, porque sí, son muchos los lugares imprescindibles que ver en Alsacia y todos acabamos pasando por algunos puntos comunes, algo que puede generar dudas a quienes busquen lugares menos turísticos, pero es probable que, cuando se habla de su belleza, se trate de uno de los lugares que más consense genere.

Colmar, la base más encantadora para explorar Alsacia

Colmar, Alsacia

Hablar de Alsacia es hacerlo de Colmar, puede que la ciudad más famosa de la región y probablemente una de las bases más habituales para alojarse para aquellos que busquen visitar la zona.

Colmar tiene un tamaño bastante mayor al de muchos pueblos alsacianos, pero ha conservado su encanto, sobre todo en su centro histórico, donde las casas con los populares y fotogénicos entramados de madera acompañan a cada paso. Es difícil resistirse a hacer una parada cada pocos metros para sacar una foto en lugares como la Rue des Marchands o la Place de l’Ancienne Douane.

El punto álgido de la visita a Colmar, eso sí, aparece cuando el viajero llega a la Petite Venise, conocida así por sus canales y donde la escena parece pintada. Las vistas desde los pequeños puentes que cruzan en canal principal dejan boquiabierto a cualquiera.

Una vez uno ha conocido todos los atractivos de Colmar, como la Maison des Tetes o la bonita Iglesia de los Dominicos de la plaza des Dominicains, hay que organizar bien la ruta, porque lo mejor de Alsacia todavía está por llegar.

Ruta por los pueblos alsacianos, en busca de fotografías inolvidables

Riquewihr

Los pueblos alsacianos son lo que de verdad va a acabar enamorándote de esta región. Pequeños y encantadores, algunos son dos simples calles, mientras que otros son pequeñas aldeas que parecen salir directamente de un cuento o que aparecen en mitad de grandes extensiones de viñedos. Todos tienen historias y leyendas que hacen que la visita, además de estética, sea muy interesante.

Eguisheim es la primera parada, una aldea amurallada cuya forma circular es única y donde se encuentra una de las postales más populares de la zona, la famosa Le Pigeonnier, que da acceso a través de dos bifurcaciones a las bonitas calles adoquinadas del pueblo. No es de extrañar que Eguisheim haya copado varias listas de los pueblos más bonitos de Francia durante años.

Desde aquí se llega en poco tiempo a Les Trois Chateaux, una corta excursión que conduce hasta las ruinas de tres castillos que ya valen la pena por sí solas, pero cuyas vistas de la zona te dejan deslumbrado.

La ruta sigue en pueblos como Riquewihr, donde se encuentra el Gratte-Ciel, conocido con ese sobrenombre por tratarse de la casa con entramado de madera más alta de la Alsacia o Gertwiller, diminuto, pero con su famoso Museo del Pain d’épices, donde podrás comprobar de primera mano lo delicioso que está este dulce típico alsaciano.

Para quienes busquen historias interesantes, en el pequeño Hunawihr se encuentra su iglesia, destacable por tratarse de uno de los contados ejemplos de arquitectura religiosa defensiva que todavía quedan en pie. La visita no decepciona y además, las vistas de los cercanos viñedos forman una estampa deliciosa.

Siguiendo la ruta en coche por la región, a muy poca distancia se encuentran las localidades de Barr y Obernai, la primera, más alternativa y mucho menos turística, con bonitos callejones y colores, mientras que la segunda, más grande y popular, tiene en su bonita plaza central uno de los rincones más bonitos de Alsacia.

El dúo que forman Bergheim y Turckheim es nuestra siguiente parada. Aquí no hay más que perderse y deambular por su entramado de callejuelas adoquinadas para disfrutar de la pura Alsacia y llevarse algunas de las mejores imágenes del viaje.

pueblo con encanto

Siguiendo la ruta, aparece otra de esas localidades que encandilan y que, sin embargo, no se encuentra entre las más visitadas: Ribeauvillé.

Su arteria central, una avenida peatonal con coloridas casas que la flanquean a ambos lados, mira siempre a las ruinas de su castillo, que se atisban en el horizonte imponentes y orgullosas.

Hemos dejado para el final de ruta a Kayserberg, porque no hay mejor manera de acabar que con este precioso pueblo por el que cruza el río Weiss y que muchos consideran el pueblo más bonito de Alsacia. En 2017 fue elegido como el pueblo preferido de los franceses y desde que lo conocí, también es mi favorito.

que ver en Alsacia

La ruta podría seguir por una lista casi interminable de pueblos, como Dambach-la-Ville, Mittelbergheim, Itterswiller o Thannenkirch, cada una con sus peculiaridades pero con un encanto único.

ruta por Alsacia

Lo ideal es hacer al menos una ruta de 3 días en Alsacia, suficiente para conocer la mayor parte de sus imprescindibles, aunque todo lo que sobrepase esa duración te permitirá descubrir otros lugares, en ocasiones menos famosos y que no aparecen en los grandes itinerarios.

Alsacia, tierra de castillos…

Castillos en Alsacia

Uno es el castillo por excelencia de Alsacia, el archifamoso castillo de Haut-Koenigsburg, restaurado para permitir las visitas y que es, sin duda, uno de los grandes highlights que ver en Alsacia.

Donado por Carlomagno en el siglo VIII, fue un punto de especial relevancia estratégica en las rutas comerciales y por ello sufrió varios intentos de conquista que lo dejaron casi en ruinas.

Pero si por algo también se caracteriza esta región es por su lista casi infinita de ruinas de castillos. Muchos, de manera casi inesperada, aparecen en el horizonte sobre una colina y permiten llegar en tu vehículo, como el de Hohlandsbourg. Otros ni siquiera eso, y hay que equiparse con un buen calzado para llegar hasta ellos, como los castillos de GirsbergSaint-Ulrich y Haut-Ribeaupierre.

Los castillos de Ortenbourg, Ramstein o Bernstein son otros, aunque la mejor recomendación que se puede hacer es que te atrevas con cualquier que aparezca ante tu mirada

…y de vinos

Y qué mejor manera de acabar una ruta por Alsacia que hacerlo con un buen vino. De hecho, se conoce a esta ruta como la ‘Ruta de los Vinos’ y cruzarás constantemente grandes extensiones de viñedos que forman un bonito paisaje. Aquí se cultivan muchas variedades, pero algunas como la gewurztraminer, el pinot gris, el pinot blanc o sylvaner, son las más populares.

Mención aparte para la variedad riesling, puede que la más extendida en la Alsacia y cuyos vinos han dado fama mundial a la región.

La mejor época para visitar Alsacia

Puede que en Navidad, cuando empiezan a montarse sus famosos mercadillos navideños, sea la época más popular para hacer un viaje a Alsacia.

Las luces, el ambiente navideño, el movimiento y la exquisita y cuidada decoración de todos y cada uno de los pueblos, han convertido a Alsacia en una de las visitas por excelencia en esta época de año. No seré yo quien os diga lo contrario, pero olvídate de la calma y la tranquilidad y prepara con antelación el viaje si no quieres quedarte sin alojamiento o sin sitio en un restaurante que te hayan recomendado.

Por otro lado, la época estival, principalmente en septiembre, parece otra distinta, tranquila, calmada, transcurriendo a ritmo lento y permitiendo saborear cada rincón de una región camaleónica y pintoresca como es Alsacia.

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